Okupa una casa en Madrid y denuncia a la propietaria por dar a conocer su situación: «Me siento amenazado y acosado»

Otra historia de okupación que se vuelve mediática por la indignación causada tanto a los afectados como a al público general. Esta vez ha ocurrido en la ciudad madrileña de Alcobendas, donde Itziar tiene un piso alquilado a una familia. El problema vino cuando, en 2022, los inquilinos dejaron de pagar , pasando a ser inquiokupas. Así, acumulan una deuda de 20.000 euros según la propietaria, la cual se encarga de la comunidad, los seguros y el IBI, como suele ser habitual. Ante esta situación, se ha arruinado y no puede manterse a sí misma ni a su familia, pues es madre soltera de tres hijos de 7, 15 y 18 años. Dado este escenario en el que Itziar no puede volver a su casa que puso en alquiler, ha tenido que recurrir a irse a vivir con sus hijos a casa de sus padres, que están jubilados. «Los adolescentes duermen con sus abuelos y el pequeño, conmigo. Ya no puedo más. Estoy en tratamiento por depresión y también para poder dormir », contaba a 'Libre Mercado', donde denunció su caso en mayo. Después de casi dos meses envuelta en este problema, la situación no solo no se ha solucionado sino que los inquiokupas, que cuando firmaron el contrato de alquiler alegaron tener empresas y solvencia, han pasado a denunciar a la casera por acoso y prejuicios . Esto ocurrió al darse a conocer el caso y pasar a ocupar varios programas y espacios de televisión, por lo que apuntaban a que sufrían ataques de ansiedad al ser señalados, llamando incluso a la Policía, quienes avisaron a los servicios sanitarios y les ofrecieron ir al hospital. «Han identificado la calle y el número del portal, han mostrado con exactitud las tres ventanas de mi piso diciendo que era un bajo y me han identificado diciendo que soy 'compra y venta de coches», indicaban, «me siento amenazado y acosado». Así, han pedido abrir una investigación para denunciar a Itziar «por difamación, perseguir y grabarme a mí, a mi familia y, sobre todo, a mis hijos menores de edad , y por difundir contenidos digitales, intentando presionarnos, sabiendo que el conflicto que tenemos está ante el juzgado y que debemos respetar a la Justicia española», se justificaban los inquiokupas. Además, añadieron que se sienten amenazados e inseguros con sus hijos, también menores de edad. «Estoy sufriendo una depresión grave por la que estoy de baja médica y no estoy apto para afrontar más presión», recoge el medio 'Hispanidad'. Al parecer, programas de Telecinco y Telemadrid acudieron a casa de los inquiokupas con cámaras y micrófonos e incluso grabaron a uno de los hijos de camino al instituto. Ante lo surrealista de esta situación, la propietaria está desesperada, pues no tiene suficiente dinero para hacer frente a esta denuncia. «Necesito un abogado y ya no tengo dinero, solo deudas», contaba en 'Libre Mercado'. Así, la mujer también alega sufrir depresión debido al impago de esta familia desde hace dos años, de quién comprobó la solvencia antes de alquilarles su piso: «Vi que tenían empresas y unos ingresos más que de sobra y, por tanto, confíe en ellos». El caso de Itziar se agravó al dejarlo con su pareja, momento en el que necesitaba su única propiedad para irse a vivir en ella: «Lo dejé con mi pareja y les informé de que en septiembre, que era cuando se acababa el contrato, no les podría renovar, porque necesitaba recuperarlo para irme a vivir allí con mis 3 hijos , porque yo sola no podía hacer frente al alquiler de 1.000 euros de la otra casa», explicaba al medio citado. Así, cuenta que además que los inquilinos afirmaron que no se iban a marchar, dejaron de pagarle. En el proceso en el que puso su situación en manos de la Justicia, los inquilinos alegaron vulnerabilidad e Itziar sigue luchando por demostrar que la vulnerable es ella , después de haber gastado todos sus ahorros para pagar el alquiler en el que ella vivía y el cual tuvo que dejar, yéndose a casa de sus padres por no poder hacer frente a tal gasto. «Mis hijos mayores duermen con sus abuelos y el pequeño, conmigo, pero ni tienen espacio para estudiar ni intimidad ni nada», afirma, reconociendo que la situación está empezando a afectar a toda su familia.