Galicia rindió este viernes homenaje al deporte, a su música, a los que cuidan de los demás de forma desinteresada y por vocación, y a los que emprenden sin olvidar sus raíces. San Domingos de Bonaval acogió la entrega de las Medallas Castelao , una condecoración vigente desde 1984 y uno de los reconocimientos más importantes que otorga la Comunidad junto con las Medallas de Galicia. El grupo de pandereteiras Leilía, la activista Maite Isla, el empresario Amancio López Seijas, el deportista Borja Golán y la Asociación de Médicos Gallegos fueron los cinco galardonados. Como todos los años, participó en el acto el presidente autonómico. Y nada al azar, Alfonso Rueda arrancó discurso recordando que tal día como este viernes 28 de junio, en 1936, «el pueblo gallego refrendó el texto de su primer Estatuto de autonomía», una obra coral que respondía a los deseos de democracia y autonomía añorados por «los que estuvieron antes que nosotros». Entre ellos, Castelao, cuyos restos reposan en el Panteón dos Galegos Ilustres desde que un 28 de junio hace 40 años fueron traídos a Galicia desde Buenos Aires. «Ahora, después de más de cuatro décadas de autonomía», continuó, « pocos recuerdan el camino que precedió la llegada de nuestra democracia y las muchísimas dificultades que precedieron el asentamiento de las instituciones que hoy nos sustentan «, algo que no se debe »olvidar nunca«: » la valía y la dificultad de la conquista de la que hoy disfrutamos«. Reivindicó una Galicia gallega, «por su puesto», pero también una Galicia «española», «europea» y «universal», «especialmente americana y particularmente próxima al universo lusófono». Y apeló a esos «modelos inspiradores» que animan a seguir «engrandeciendo» la Comunidad: el «galleguismo transversal que guio el asentamiento de nuestra autonomía»; la «cultura del pacto y del entendimiento entre personas de ideologías diferentes que propició el éxito de la transición»; el «recto proceder de la monarquía»; y, en definitiva, «la cultura del esfuerzo personalizada en nuestra gente». Pasó así a hablar de las «cinco trayectorias singulares» que el viernes reconoció la Comunidad, « ejemplo del proceder de los 'bos e xenerosos'« a los que rinde tributo el himno gallego . Las primeras en recoger la medalla fueron las integrantes del grupo Leilía , que este enero, después de casi 35 años de carrera, se bajan de los escenarios. Seis mujeres que en los años 80 decidieron recuperar y dignificar una tradición oral de la música gallega que amenazaba con perecer en el olvido, un camino en el «encontraron muchas dificultades, pero no se desalentaron», destacó. «Galicia entera, y la cultura gallega en particular, están y estarán siempre en deuda» con ellas, aseguró Rueda. Y ellas, por su parte, compartieron el reconocimiento con todas las mujeres mayores que, de forma «altruista» les abrieron las puertas de sus casas para compartir sus coplas y sus cantos. El compostelano Borja Golán, «el mejor jugador español de squash de todos los tiempos», como destacó el presidente, fue el siguiente. Dos veces campeón de Europa, 16 veces de España y quinto en el ránking mundial, este deportista de élite que puso fin a su carrera el año pasado, siempre optó por Galicia, y continúa haciéndolo ahora, ya retirado, impulsando el squash en la Comunidad. Gente como él, aseguró Rueda, «son y deben ser un referente, especialmente para la juventud». También este viernes recibió la medalla Maite Isla , veterana en la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui y presidenta de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara. Ella fue, además, la precursora del programa 'Vacaciones en paz', por el que estos meses, como todos los años, vendrán unos 300 niños a pasar los meses estivales en la Comunidad, lejos del conflicto. Gente como ella, aseguró Rueda, contribuyen a «recuperar la confianza en la bondad del ser humano». Después fue el turno de la Asociación de Médicos Gallegos , homenajeada en el año de su 30 aniversario. Con presencia en los cinco continentes y referentes en sus especialidades, Rueda alabó su labor a lo largo de estos años, «siempre con la excelencia como objetivo y con el nombre de Galicia en el corazón y en el ejercicio profesional». Y por último, recogió su medalla el empresario Amancio López Seijas , presidente de Hotusa, uno de los mayores consorcios hoteleros del mundo. «Un gallego», destacó el presidente, «que nunca se olvidó de dónde venía y lo que es», que lleva a su Chantada natal en su corazón, donde «instaló una sede que da trabajo a más de 200 personas», dirigiendo su imperio «desde el pueblo que lo vio nacer». Todos ellos, concluyó el titular de la Xunta, «ejemplos de amor, con mayúsculas, a Galicia», de «compromiso y servicio» a la Comunidad y, por ello, «dignos herederos de Castelao».