Fernando Alonso, como ya hizo en Imola, convirtió la carrera dominical del
GP de Austria de F1 en un test para recoger datos, analizar rendimientos de piezas y sacar conclusiones para el futuro. Así lo dejó claro el asturiano en 'DAZN' tras la carrera, en la que salió con una estrategia más arriesgada, a tres paradas, para ver si se podía beneficiar de algún
'Safety Car' y de paso probar al final el neumático blando con poca gasolina y seguir analizando un coche que necesita mejorar mucho.
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