Los impuestos, como su propio nombre indica, es algo que los ciudadanos están obligados a pagar, porque así lo deciden las administraciones. Y en función de su carácter y su cuantía, son más o menos impopulares . A comienzos del siglo XX, Madrid se vio liberado de uno de ellos, relacionado con el consumo de alcohol. Fue conocido como la desgravación de los vinos, y su primer efecto fue que cuando entró en vigor, el 1 de enero de 1908, inundó las estaciones ferroviarias madrileñas con miles de pellejos de esta mercancía. A lo largo del siglo XIX, fueron muy habituales los tributos indirectos a pagar por lo que entonces se llamaba «artículos de comer, beber y arder», que en...
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