Dos acusados de robo reincidentes se enfrentan a 13 años de prisión por atracar a un joven y retenerlo en una vivienda en Córdoba

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba celebró ayer el juicio contra dos acusados de robo y detención ilegal a un joven en la capital cordobesa al que asaltaron en un rincón de una calle de madrugada para quitarle todo lo que llevaba para obtener dinero y proveerse asi de sustancias estupefacientes y al que llevaron a punta de pistola a un local donde estuvo retenido varias horas. Los dos acusados se enfrentan a penas de 13 años y medio de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación agravado por reincidencia en ambos casos y con la concurrencia de la circunstancia atenuante de grave adicción a sustancias estupefacientes. El relato de los hechos del Ministerio Público, al que ha tenido acceso ABC, recoge que los acusados después de asaltar al joven en la calle emprendieron sigilosamente su seguimiento y poco después lo abordaron en esa misma calle y comenzaron a interrogarlo en tono intimidatorio diciéndole «¿tú quién eres? ¿Qué buscas por aquí?». Aunque el joven intentaba seguir su camino los acusados se lo impidieron mostrándole lo que parecía una pistola real que portaba uno de ellos en una riñonera, lo que atemorizó al joven quien se despojó de su teléfono móvil y de cinco euros que tenía en la carcasa del teléfono. Una vez conseguido el botín, los acusados obligaron al joven a acompañarlos hasta una vivienda cercana que viene siendo utilizado por uno de ellos en cuyo interior retuvieron a su rehén en contra de su voluntad durante más de una hora mientras lo presionaban para que se aviniese a recibir dos motocicletas de probable origen ilícito a cambio de su teléfono móvil como también trataron de que aceptase a cambio del mismo otro terminal telefónico algo deteriorado, el cual le metieron en el bolsillo. En estas conversaciones el segundo de los acusados exhibió lo que parecía una pistola real con la que encañonó al joven pasándole la punta del cañón por la frente y por la nariz, mientras le decía «yo sé quién eres y dónde vives y sé quién es tu familia y como hables vamos a ir por todos». Finalmente, ambos acusados abandonaron la vivienda diciéndole que iban a por droga y volverían más tarde dejando al joven encerrado en la misma, si bien, una vez que se quedó sólo manipuló el pestillo de la cerradura hasta que logró que este cediera, lo que le permitió abrir la puerta y escapar de su encierro. A la mañana siguiente uno de los dos acusados vendió el teléfono que le había robado al joven en una tienda de segunda mano recibiendo a cambio 330 euros. La Guardia Civil recuperó el terminal de teléfono en perfecto estado quedando perjudicado el establecimiento que compró el mismo.