"Alicante tiene tres cosas que en España son muy famosas", reza el himno blanquiazul, aunque quizá es cierto que deberían añadirse al mar, las palmeras y el Hércules alguna que otra peculiaridad más, como el ajetreo del barrio un sábado noche, los "hippies" de la Explanada o la sensación, al ver el edificio "la Pirámide" desde la carretera, de que se está ya más cerca de casa. Y parece ser que, como afirmaría Jane Austen "existe una realidad universalmente conocida" en Alicante: que el edificio Montreal es, según una amplia mayoría, estéticamente poco agraciado y de difícil observación en mitad del entorno (feo, vamos).