Antonio Rüdiger no es precisamente un derroche de clase, ni responde al estereotipo de jugador alemán, ni es quien centre habitualmente la actualidad de la 'Mannschaft', agarrada más al magisterio de Toni Kroos , la visión entre las líneas enemigas de Ilkay Gündogan , el desequilibrio de Jamal Musiala , el trabajo como nueve mentiroso de Kai Havertz o la progresión de Florian Wirtz , aunque en esta Eurocopa el diamante del Leverkusen que desean adquirir los grandes de Europa por ahora va de más a menos. Respetó a los georgianos, pero desde que Alemania superó el escollo de Dinamarca y España apareció en el posible horizonte, el central madridista ya mostró su deseo de verse las caras con La...
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