Después de tantos días con dos o tres partidos diarios, la jornada de pausa en la Eurocopa permite hacer una reflexión futbolística de lo visto hasta ahora. Fútbol y resultados no siempre van a la par, pero en la fase de grupos y en octavos de final, ha solido clasificarse quién más lo ha merecido. La gran decepción del campeonato ha sido Italia. Por nombre, por camiseta y por ser la vigente campeona. Pero su fútbol ramplón, tacaño y lentísimo tuvo el castigo merecido. Es más, ya obraron el milagro de clasificarse y eliminar a
Croacia en el último suspiro del tiempo añadido. Ante
España habían dado pena y
Suiza les puso en su sitio: arrivederci y para casa. Precisamente
Suiza, junto a otros países centroeuropeos, son selecciones que han competido muy bien sin tener grandes nombres en sus filas.
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