El primer semifinalista en el béisbol cubano tiene aroma de Veguero
Cuando Alexander Urquiola reunió a su equipo a la altura del tercer episodio fuera del banco, y los llamó a contar, los pativerdes comenzaron una rebelión feroz hasta concretar la victoria siete anotaciones por tres que le dio el pasaje directo hasta la tierra de las semifinales.
La chispa que abrió el casillero de las carreras por los Vegueros fue encendida por su bujía natural, el ex-ligamayorista Alexei Ramírez, cuando con dos corredores en base, el "Pirineo" disparó un largo doblete por todo el jardín derecho.
Desde el justo momento que los pinareños tomaron las riendas del partido no las soltaron y, en la cuarta entrada, explotaron de la lomita al diestro José Eduardo Santos, quien esta vez no pudo detener la toletería verde.
El golpe definitivo que enloqueció a la fanaticada presente en las gradas del Capitán San Luis, lo dio Luis Pablo Acosta en el séptimo capítulo. Con hombre en primera, Acosta desapareció la Teamate por toda la pradera izquierda pero, no solo brilló con el madero, además, su guante y brazo certero en la pradera central resultaron decisivos en la definición del sexto choque entre Gallos y Vegueros.
En realidad fue un juego donde hubo de todo, y en el cual la defensa espirituana estuvo deslucida con sus cinco pifias costosas. Los Vegueros utilizaron seis lanzadores durante el duelo, pero finalmente el zurdo Randy Román, que relevó en el segundo episodio al abridor Vladimir Baños, se alzó con el éxito, mientras que Orisbel Borges condujo el último tercio hasta la victoria, y se anotó el salvamento.
Vale destacar entre signos de admiración la labor del primer madero de los Gallos, Rodolexis Moreno, quien cargó sobre su espalda, siempre combativo y dispuesto, a su equipo. Aún así, Sancti Spiritus no pudo aguantar el empuje de los pinareños, un conjunto muy aguerrido y unido que ya espera tranquilo por su próximo rival en la instancia de semifinal.