La melena de
Marc Cucurella dibujó contra
Alemania la silueta de un perro ladrando. La mano de
Cucurella que el árbitro no considero punible ha convertido al lateral de Alella en el centro de los pitos del público alemán que mayoritariamente poblaban las gradas del impresionante Allianz Arena de Munich porque si, los alemanes pensaron que sería su selección la que estaría jugando las semifinales de la Eurocopa y compraron las entradas. Y fueron al partido, sí, porque la selección española es bonita de ver pero se dedicaron a pitar a
Cucurella por rabia, porque el alma de Cucu representa de maravilla lo que es esta selección, un equipo valiente, honesto, valiente, un equipo humilde en su comportamiento y genial en su forma de interpretar el futbol.
Seguir leyendo...