Rodrigo Hernández, en su papel de ‘tutor’ de los más jóvenes talentos de la
selección española, a los que según confesión propia ha tenido que tirarles de las orejas en alguna que otra ocasión, se volcó en elogios hacia el papel de
Lamine Yamal en las entrañas del campo del Bayern, cuando los ecos del 2-1 de España y de la portentosa actuación del jovencísimo crack azulgrana todavía retumbaban en los graderíos vacíos del feudo muniqués.
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