García-Gallardo dimite como vicepresidente de Castilla y León y convierte su despedida en un alegato xenófobo
El ya exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha anunciado formalmente su dimisión este viernes, que ha aprovechado para realizar un alegato xenófobo. “Es una decisión que no ha sido fácil, pero no por ello poco meditada”, ha asegurado ante los medios, que ha mostrado su “afecto” al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, aunque ha recordado el incumplimiento del protocolo antiabortista.
“Mi decisión personal estaba tomada”, ha afirmado García-Gallardo, que asegura que esperó al comité nacional de Vox para “actuar de manera coordinada”. La decisión del comité nacional fue “clara”: “la dimisión de los vicepresidentes y los cargos políticos”, lo que incluye a los consejeros. “Nuestro deseo es que dimitan también y renuncien, pero es una decisión personal; es mi deseo pero no está en mi mano que dimitan o no”, ha expresado García-Gallardo. En lo relativo al presidente del parlamento autonómico, Carlos Pollán (Vox), García-Gallardo cree que la decisión de este jueves no afecta a las cámaras.
“Por petición del partido”, García-Gallardo pasará a la oposición como portavoz del grupo Vox en las Cortes de Castilla y León “pensando en el interés general de España, el bien común y la justicia social en España”.
García-Gallardo ha reiterado —y durante varios minutos— sus acostumbradas opiniones xenófobas en su despedida. “En las últimas semanas, pero venía de los últimos meses, insistimos en la idea de que no queremos que los barrios humildes de Castilla y León acaben como los barrios de la periferia de París o Malmö, en los que ha convivencia se ha degradado de manera irremediable”, ha afirmado García-Gallardo, que cree que España está “a tiempo de salvarse”.
“Nuestra voluntad era que se cumpliera el acuerdo y pudiéramos continuar, pero la dirección nacional del PP no nos ha dejado alternativa. Nos ha metido a todos en un callejón sin salida”, ha reprochado el ya exvicepresidente de la Junta de Castilla y León después de que el presidente de Vox, Santiago Abascal, haya ordenado al vicepresidente que rompa con el PP y pase a la oposición tras 813 días de un gobierno con Alfonso Fernández Mañueco.
García-Gallardo no ha sido el primero en reaccionar ante el anuncio de este jueves por la noche de su presidente. El único consejero de Vox en Extremadura, Ignacio Higuero, ha decidido desobedecer a Abascal y se queda en el Gobierno de Guardiola. Por su parte, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha reestructurado el Consell después de la ruptura con Vox y suprimido la conselleria de Cultura.
En Castilla y León, la oposición ha visto con buenos ojos la salida de Vox de los gobiernos autonómicos, aunque han reprochado que el PP autonómico “suplicaba que se quedara [Vox]”.