La okupación es una de las preocupaciones de muchos propietarios de viviendas en España, ya sea por que alguien entre a algunas de sus casas deshabitadas o porque lo hagan en una cercana a la suya. Aunque esto pasa en varios puntos de España, en Madrid existe u n caso contra el que los vecinos llevan luchando años en su propia urbanización, y del que la prensa ya se ha hecho eco en repetidas ocasiones. Esta es la situación de quienes viven en Villa de Vallecas, concretamente en la calle de El Yesero , donde más de una decena de pisos están ocupados desde hace más de tres años, según los vecinos, serían 18 viviendas okupadas de 126 en total. Todo comenzó antes de la pandemia, cuando la empresa propietaria quebró y los pisos pasaron a ser activos de la Sareb. Así, se formó una red de 'alquiler' falso, en el que se facilitaban pisos a diferentes personas al conseguir abrirlos pagando a un cerrajero, formándose así un mercado okupa ilegal. Desde entonces el resto de vecinos vive una pesadilla de amenazas, ruidos a altas horas de la noche y miedo de que alguien pueda entrar en sus hogares. Entre las novedades de este caso, 'Madrid Directo' ha recogido lo ocurrido el pasado 10 de julio en la urbanicación vallecana. Los vecinos esperaban el desalojo de 12 de las 18 viviendas okupadas, pero finalmente solo se ha producido una , de forma voluntaria. En las imágenes del programa de Telemadrid se puede ver cómo han tapiado la única casa desalojada con una puerta 'antiokupas' para que nadie más consiga entrar. Sin embargo, los vecinos, que se manifiestan semana tras semana, han dado a conocer que dicho alzamiento de pisos okupados no solo se ha suspendido, exceptuando esa única vivienda, sino que además se ha paralizado : «Lo que ocurre es que han suspendido el alzamiento. No solamente lo han supsendido, sino que lo han paralizado definitivamente. Sareb nos está engañando, no está diciendo que es una suspensión temporal y sabemos a ciencia cierta de que es una paralización . Van a llegar a acuerdos extrajudiciales con ellos, con lo cual todo lo que se ha hecho a través del juzgado ha sido una pérdida de tiempo», explica Pilar, una de las vecinas afectadas. Además de lo injusto de la situación, quienes viven en la urbanización de forma legal dicen estar hartos de que la situación no mejore después de tanto tiempo. Es más, indican que ha empeorado. En este intento de alzamiento de las viviendas habitadas de manera ilegal, los vecinos aseguran que han venido otros okupas para hacer fuerza en contra del desalojo: «Cuando hemos bajado ya habían entrado bastantes en varias casas, se han juntado en una de ellas para hacerse más fuertes o se iban trasladando de un portal a otro», explica una de las vecinas. Además, han asegurado que, aunque algunos okupas no dan problemas, muchos otros sí generan situaciones desagradables. Una de las afectadas asegura que delante de las cámaras muchos de los okupas sonríen y parecen tranquilos, pero que recientemente vivieron una mudanza a las doce de la madrugada y encontraron pegamento en la cerradura de una de las vecinas que viven de manera legal. «Estamos amenzados», expone. «La mayoría nos están creando una serie de conflictos que tenemos personas con ataques de ansiedad y personas en tratamiento psicológico », resalta Pilar. Del mismo modo, en otras ocasiones han contado que los okupas también realizan obras sin permisos, lo cual pone en riesgo al resto de vecinos.