La conferencia de prensa del siglo. Sigue sin definición la candidatura
La conferencia de prensa que definiría el futuro de las democracias liberales. La prueba de fuego para que Joe Biden justifique su candidatura ante la clase política. Un examen médico, muy público, ejecutado por periodistas, donde a base de preguntas, el electorado podría descifrar las capacidades cognitivas del presidente de Estados Unidos. Las respuestas de Biden podrían definir el orden mundial. Así se describió la conferencia de prensa del presidente de Estados Unidos esta semana, después de su reunión con los aliados de la OTAN en Washington. Probablemente una de las conferencias de prensa más vistas y analizadas en Estados Unidos y alrededor del mundo.
Y aunque lo que detonó este interés y morbo por la capacidad física y cognitiva de Biden fue el desastroso resultado del debate presidencial hace unas semanas, la preocupación sobre sus capacidades venía de antaño. Una preocupación expresada públicamente en las encuestas, y menos pública por parte de legisladores y operadores políticos. Hay acusaciones, injustificadas, de que la primera dama y los funcionarios de la Casa Blanca escondieron las dificultades físicas y cognitivas del presidente, literalmente limitando las actividades públicas del presidente.
Además, se impuso una “barrera” entre Biden y los medios de comunicación. El último presidente del cual la prensa estadounidense tuvo tan limitado acceso fue Ronald Reagan. Este dato es importante ya que Regan fue víctima de un atentado que no lo mató, pero estuvo en recuperación por meses. Y aunque años después de que terminó su administración, fue diagnosticado con Alzheimer, hay reportes periodísticos de los esfuerzos de esconder las dificultades cognitivas del muy popular Ronald Regan.
El temor es que el equipo de Biden están haciendo exactamente lo mismo, esconder un diagnóstico preocupante de las capacidades del presidente hasta después de las elecciones.
Hay que reconocer a Joe Biden como un verdadero demócrata, ya que estuvo dispuesto a someterse al juicio público. Pero la conferencia de prensa no respondió las preocupaciones de los medios de comunicación: Aunque su actuación fue “aceptable”, sí tuvo dificultades de terminar algunos de sus comentarios y en un “lapsus” catastrófico habló sobre su vicepresidente Trump en lugar de la vicepresidenta Harris. Este comentario lo hizo horas después de que había presentado al líder ucraniano Volodymyr Zelensky como el presidente Putin. Reconociendo que todos podemos cometer errores, especialmente ante las presiones que enfrenta Joe Biden, pero el esconder al presidente de los medios de comunicación agravó la preocupación sobre su edad. Y esto es una lástima, porque los anuncios que hizo el presidente Biden eran relevantes y señalaba el camino a seguir para Estados Unidos si es reelecto.
Las interrogantes que si quedaron pendientes son: ¿Puede Joe Biden ganar a Donald Trump? ¿Puede un reemplazo, como Kamala Harris, ganarle a Trump en los 4 meses que quedan de campaña? ¿Cómo afectará las candidaturas de los congresistas y senadores que buscan el control de la cámara alta y baja? ¿Cuál sería el proceso de las primarias para la selección de los candidatos y candidatos a la presidencia y a ambas cámaras? ¿Qué sucederá con los aliados ante la eventualidad de que gane Donald Trump? Hay poco por ganar y mucho que perder si Biden se mantiene como el candidato.
Obviamente el candidato Donald Trump y su equipo de campaña aprovecharon estos errores, y fue claro el uso de las redes sociales, por ambos bandos, de definir la percepción de los electores.
A pesar de todo lo que estaría en riesgo para Estados Unidos y el mundo si Donald Trump es reelecto, el único que puede decidir el futuro es Joe Biden. Tiene que anunciar su decisión de no continuar como candidato y probablemente apoyar a Kamala Harris con de llamar a su vicepresidenta Harris. Y, aun así, podría Biden perder en el colegio electoral.
Un amigo me subrayó que la situación que enfrentan los demócratas es similar al problema que todos enfrentamos cuando queremos quitarle las llaves del auto a nuestros padres que insisten en continuar manejando, a pesar de que les fallan los ojos y las reacciones para evitar atropellar a una persona. Es exactamente lo mismo. Es casi imposible quitarle las llaves de la candidatura a Biden si decide continuar con su campaña. Y en el mejor de los casos, podría ganar. Pero el margen sería pequeño y por pocos puntos porcentuales. Ante esta eventualidad, Trump y su equipo jamás reconocerán los resultados electorales. Jamás.
Continúan los cuestionamientos y el futuro de la democracia en Estados Unidos. La conferencia de prensa de esta semana no resolvió estas interrogantes.