Un recorrido entre playas por impresionantes acantilados de más de 100 metros de altura en Cádiz
Los 285 kilómetros del litoral de Cádiz nos regalan 170 playas, escarpados acantilados y postales marinas entre dos continentes que dejan con la boca abierta a todos los visitantes. Además de relajarnos en los tranquilos arenales o pasear por sus pueblos costeros, podremos hacer actividades de turismo activo como rutas de senderismo.
Uno de los recorridos más espectaculares que podemos hacer en la costa de la provincia andaluza es el Sendero del Acantilado. Con este itinerario caminaremos junto al mar a más de 100 metros de altura, disfrutando a cada paso de una panorámica única.
El Sendero del Acantilado
El Sendero del Acantilado nos promete naturaleza, brisa marina e impresionantes vistas. Este recorrido nos sumerge en los bellos paisajes del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, un valioso espacio protegido con manantiales, lagunas y fondos marinos llenos de vida donde practicar submarinismo.
El itinerario es de dificultad baja, tiene 7 kilómetros de longitud y se tarda en completarlo alrededor de 2 horas y 30 minutos. El punto de partida es la playa de la Hierbabuena, junto a la localidad de Barbate. Este arenal destaca por sus dunas doradas y sus frondosos pinares.
Desde allí, empezaremos a caminar por un sendero señalizado, bordeando el llamado acantilado del Tajo o de Barbate, que superan los 100 metros de altura sobre el nivel del mar. Se trata de «una espléndida muestra de las fuerzas de la naturaleza, en este caso de la erosión que provoca el mar en el continente», explican desde Turismo de Cádiz. Por el camino nos cruzaremos con la Torre del Tajo, una antigua almenara construida en el siglo XVI.
Continuamos el recorrido por estos acantilados formados por «un gran sistema de dunas que quedaron separadas del nivel del mar por procesos geológicos», detallan. Además, la mano del hombre también está presente en la ruta en forma de vegetación, y es que aquí se plantaron pinos piñoneros con el objetivo de frenar el movimiento de las arenas, dando como resultado una frondosa masa arbórea a la que también se suman los enebros. Y más allá de la flora, también cabe mencionar la fauna local, ya que muchas aves, como las gaviotas o las grajillas, encuentran en los acantilados el lugar perfecto para anidar.
Finalmente, llegaremos hasta la población de Los Caños de Meca y su playa, el último punto de la ruta. Aquí nos esperan aguas cristalinas, arenas finas y el Monumento Natural Tómbolo de Trafalgar, un pequeño islote unido a la costa por un tómbolo, en el cual encontraremos desde un faro hasta yacimientos arqueológicos: una factoría romana de salazones y un asentamiento hispano-musulmán. Cabe destacar que frente a este se desarrolló en 1805 la famosa Batalla de Trafalgar, en la cual las tropas británicas comandadas por el almirante Horatio Nelson derrotaron a la flota franco-española de Napoleón.