Algunas dudas se cernían sobre Tadej Pogacar , portador del maillot amarillo desde la cuarta etapa del presente Tour de Francia, tras la demostración de fuerza de Vingegaard en el Macizo Central. Pues el esloveno se deshizo de todas ellas en el primer combate de los Pirineos. Nada pudo hacer el danés ante el fulgurante ataque del ciclista del UAE en Pla d'Adet y, además de sumar su segunda victoria de etapa en la ronda gala, el líder de la general consigue aumentar 44 segundos más la distancia con su inmediato perseguidor, hasta los 1:57. Tras los dos grandes favoritos al triunfo, llegaron Evenepoel, que queda relegado a la tercera posición, y un gran Carlos Rodríguez , en disposición de pelear con Almeida por el cuarto puesto. Además, el ciclismo español también celebra la estelar actuación de Oier Lazkano , que coronó un puerto de la categoría y el misticismo del Tourmalet. La aventura del corredor del Movistar, igual que la de sus compañeros de fuga, concluyó en el último puerto de la jornada, en Saint-Lary-Soulan. Ben Healy buscó la heroica en solitario, pero nunca los escapados gozaron de tiempo suficiente como para soñar con la victoria y la lógica se impuso. Adam Yates, del UAE, sorprendió con un ataque que no obtuvo respuesta en Pla d'Adet a 4,5 kilómetros de la meta, lo que dio paso a numerosas elucubraciones sobre la estrategia del equipo de Pogacar. Pero el esloveno, 500 metros más cerca de la llegada, las resolvió todas con un cambio de ritmo trepidante. Una demostración de fuerza para todos aquellos que atisbaban un posible flaqueo en el dos veces campeón del Tour.