Suena casi a broma escuchar que acumula 351 goles a sus espaldas en 559 partidos no tenga todavía ningún título profesional, pero es así.
Harry Kane se enfrenta a algo más que el resto de sus compañeros en la final de la
Eurocopa de Alemania ante
España. Tiene como misión romper con el maleficio que le persigue y le atormenta y que parece incomprensible.
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