Los Pujol, símbolo de una época que no debe volver
La historia de la corrupción en España no se puede entender sin el clan Pujol. En julio de 2014, el 'expresident' de la Generalitat confesó en un breve comunicado que había mantenido oculta una fortuna heredada en paraísos fiscales durante más de 30 años. Tras la muerte de Marta Ferrusola, Jordi Pujol y sus siete hijos se encuentran a la espera de sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional, acusados de integrar una organización criminal, blanqueo de capitales, delito contra la Hacienda pública y falsedad documental. El auto de procesamiento avala los indicios de que la familia podría haberse prevalido de su especial influencia para beneficiarse ilícitamente. El excesivo retraso de la justicia en este caso resulta escandaloso y sería deseable que el clan rindiera cuentas lo antes posible. A falta de que exista una sentencia en firme, el proceder de los Pujol simboliza una manera de hacer política que, por el bien de nuestra democracia, debería desterrarse de forma definitiva.