La bolsa de patatas fritas que pudo amargar la primera etapa de los Pirineos a Pogacar y Vingegaard

Tadej Pogacar está desatado. El líder del Tour de Francia, que llegó a la carrera gala con el Giro bajo el brazo después de una exhibición en las carreteras italianas, sigue en un estado de forma excepcional. Este sábado, en la decimocuarta etapa de la ronda francesa, aprovechó la llegada a los Pirineos para sumar un nuevo triunfo de etapa y aumentar su ventaja respecto a sus perseguidores en la clasificación general. El esloveno demostró su fuerza con un duro ataque cuando quedaban poco menos de cinco kilómetros para coronar la ascensión al Pla d'Adet. Según explicó al acabar la etapa, únicamente perseguía el triunfo parcial, pero, fuera verdad o no, lo cierto es que su hachazo le acabó sirviendo también para aumentar su renta respecto a Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard . El belga ahora es tercero a 2:22'', mientras que el danés, defensor del título, se queda en segunda posición a 1:57''. Sin embargo, el valiente ataque de Pogacar y el posterior sufrimiento de sus perseguidores podrían haberse frustrado por culpa de un espectador . A dos kilómetros de la línea de meta, uno de los muchos aficionados presentes en las cunetas de la última ascensión se dedicó a importunar a los protagonistas de la carrera. La primera víctima fue Tadej Pogacar, que encabezaba la carrera y tuvo que soportar que este individuo le arrojase patatas fritas de una bolsa a la cara . Afortunadamente la acción no interrumpió el ascenso del jersey amarillo y pudo mantener el ritmo hacia la meta. Y apenas unos segundos después el aficionado reincidió con Jonas Vingegaard , que se esforzaba con perder el mínimo tiempo posible con su gran rival. En el caso del ciclista danés, el supuesto aficionado en lugar de arrojarle la bolsa de patatas se las puso prácticamente en la boca con su mano. Al igual que sucedió con Pogacar, la fortuna quiso que no hubiera que lamentar cualquier mala consecuencia para el vigente campeón del Tour derivada de este maleducado gesto. Inmediatamente la escena se hizo viral, provocando la ira de los verdaderos aficionados al ciclismo , un sinfín de denuncias hacia el mismo y la petición de una dura sanción por poner en peligro la integridad de los corredores.