Era de Éibar y se llamaba Ignacio. Como el de Loyola. Nada de Íñigo ni Iñaki. El Instituto de Educación Secundaria de este municipio guipuzcoano lleva su nombre, para que los alumnos recuerden, más allá de TikTok e Instagram, que su ilustre paisano fue un vasco universal como Elcano, De Lezo y Unamuno. Que se sintió siempre profundamente español. Que, hablando euskera y castellano desde niño, también se expresaba en inglés y francés, superando la visión aldeana del caserío que, con su endogamia y el delirio de Arana, tanto ha perjudicado a las Vascongadas. Ignacio Zuloaga y Zabaleta nunca se cansó de observar, de aprender y de viajar para inmortalizar con sus pinceles las distintas realidades que contemplaba. Los especialistas...
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