De la ilusión, al entusiasmo. Del entusiasmo, al nerviosismo. Del nerviosismo, a la alegría con el gol de Nico Williams. De la alegría, al decaimiento por el empate de Palmer. Del decaimiento, al éxtasis con el tanto definitivo de Oyarzabal, que hizo que la palabra 'gol' resonara a más no poder en las calles. Y del éxtasis, a la celebración en todas y cada una de las ciudades de nuestro país. La afición sevillana, al igual que toda la española, vivió una macedonia de emociones con esta final de la Eurocopa 2024 que enfrentó a España e Inglaterra y que, finalmente, cayó del lado de la Roja, logrando así su cuarto título y erigiéndose como la máxima ganadora de este torneo. Una hazaña histórica que hizo que la felicidad más absoluta se apoderara de los aficionados que, tanto desde sus casas como desde las pantallas gigantes habilitadas en diferentes zonas de la capital hispalense, animaban a su selección desde la lejanía. Las banderas, camisetas y bufandas rojigualdas ondeaban por doquier, mientras que los aficionados sevillanos recorrían las calles de la ciudad rumbo diferentes lugares que se convirtieron ya entrada la noche en epicentros de la celebración . También lo fueron los puntos habilitados con pantallas gigantes para ver la final, siendo estos el Centro Comercial Zona Este, Plaza de Armas y la Plaza de España , donde el concierto de Manuel Turizo programado con motivo del Icónica Santalucía Sevilla Fest dio inicio tras el pitido final , con el público rebosante de alegría por el título conquistado por el combinado nacional español. Desde el sábado, Sevilla ya se vistió de gala para esta final entre España e Inglaterra , con la iluminación especial durante el fin de semana tanto de la Muralla de la Macarena como de la fuente de Las Cuatro Estaciones en Don Juan de Austria, en homenaje a una Selección que iba camino de hacer historia. Y este mismo domingo, horas antes del inicio del choque en Berlín, el ambiente en la ciudad ya denotaba que algo importante acontecería por la noche . De por sí, un domingo de julio apenas hay movimiento en las calles, más allá de los habituales turistas que abundan en el casco histórico y demás lugares de interés. Sin embargo, esa clásica soledad estaba aún más acentuada. Los sevillanos comenzaban su particular concentración previa al encuentro, ya fuese en casa o en alguno de los espacios habilitados para ver la final, donde los cánticos y el ambiente festivo no cesaban, a la espera de presenciar una final que prometía ser épica . Los bares y demás establecimientos de la ciudad que abrieron sus puertas este domingo por la noche también estuvieron abarrotados de aficionados desde antes del inicio del encuentro , con el entusiasmo propio de la gran final de la Eurocopa que se acercaba. Es más, tales eran las ganas de final que desprendía el público hispalense que, durante los días previos a la final, no fueron pocos los mensajes en redes sociales en los que s e solicitaba al Ayuntamiento de Sevilla más zonas con pantallas gigantes en la ciudad donde visionar el choque. La Selección, a base de juego y resultados en esta Eurocopa, ha ido atrayendo cada vez a más aficionados. Croacia, Italia, Albania, Georgia, Alemania, Francia y, por último, Inglaterra. Los de Luis de la Fuente no solo iban pasando de ronda, sino que se sobreponían a alguna de las mayores potencias futbolísticas del mundo. En cada partido, desarrollando flamantes actuaciones que seducían a los aficionados. Sevilla no fue la excepción. Es más, esta España campeona de Europa, un equipo que ilusiona, ha tenido la capacidad de, más de una década después, unir a una ciudad en la que se respira dualidad durante todo el año... a excepción de en estas últimas semanas de torneo. Así lo demostraron los sevillanos, echándose muchos de ellos a la calle nada más finalizar el choque para celebrar esta histórica Eurocopa como se merece : rebosantes de alegría.
