Si usted, amable lector, mira la ficha, pensará que la corrida ha sido excepcional, con una puerta grande de tres orejas que no se hubiesen concedido ni en una plaza de talanqueras. Tres trofeos se embolsó Jesús Enrique Colombo después de una parafernalia con las peñas que rozaba ya lo esperpéntico. Buscar la conexión con los tendidos es de listos e imprescindible en Pamplona, pero ya tanta mirada, tanta vuelta al ruedo con los palos buscando el calor, eso es ya pesadez. Y en la vida se puede ser de todo menos eso. No se daba cuenta el venezolano de que la gente quería irse a ver la final de la Eurocopa. Y con el partido empezado, allá seguía dando...
Ver Más