Los centros de datos no se escapan a la descarbonización. A partir de ahora, también van a tener que ser verdes, o sostenibles, o cero emisiones, como lo queramos denominar. Estas infraestructuras son críticas porque sin ellas no podríamos ni enviar un mensaje de WhatsApp ni siquiera sacar dinero de un cajero automático, pero también son voraces consumidores de energía. Es su espada de Damocles. Así que la nueva directiva de Eficiencia Energética pretende dar el primer paso para que caminen hacia la sostenibilidad obligando a estas instalaciones con un tamaño superior a 500kW a rendir cuentas. Tendrán que presentar cada año una serie de datos sobre su consumo de energía, la utilización de electricidad, los valores de temperatura y...
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