Después de una final de pura contención emocional y tenística, Carlos Alcaraz se presenta ante los micrófonos por fin con la sonrisa puesta, que es doble campeón de Wimbledon tras batir a Djokovic en la final. Ya no era un novato y así lo expresó en las dos horas y media de partido. Después, de palabra, lo analizó: «Ya había estado ahí. Intenté no repetir los mismos errores y estuve más calmado. Una hora y media antes empezaron los nervios, pero me han ayudado a entrar en el partido. Los he manejado mucho mejor que el año pasado». A pesar de que consigue enlazar París y Londres y defender título en la Catedral con 21 años, algo que ni Federer ni Nadal ni Djokovic lograron, el murciano señala que no, que no se siente tan campeón como ellos. «Ahora mismo estoy feliz y orgulloso del trabajo que estoy haciendo con mi equipo. Hemos hecho ya cosas increíbles, un fantástico viaje hasta ahora, pero tengo que seguir creciendo y seguir ganando. Es lo único que me importa. Estoy haciendo muy buenos torneos, pero mi objetivo es sentarme en la mesa de los más grandes. A los que considero leyendas de este deporte. No sé cuál es mi límite, no pienso en eso. Solo quiero disfrutar de mi momento y seguir soñando. Veremos si en al final de mi carrera son 25 Grand Slams , 15 o 4», dice de lo que tiene y con esperanzas de lo que llegará: «Yo siempre he confiando en mí mismo. En que puedo estar en esa situación muchas más veces. Esto me demuestra que estamos haciendo un buen trabajo, pero tenemos que seguir. Si no seguimos esto no sirve de nada. Así que no venirnos abajo ni conformarnos con eso sino seguir con hambre de más». Pero también quiere disfrutar de lo que está viviendo, un viaje increíble tras un desempeño estupendo en la pista, no ayer, sino cada día. «Ha sido un gran partido por mi parte. Novak no ha jugado a su mejor nivel en los dos primeros sets. Ha hecho muchos errores. Pero sigo creyendo que es un superhéroe por lo que ha hecho en este torneo justo después de una operación. Dándose la oportunidad de jugar este torneo y jugando la final. Es algo fuera de este mundo para mí. Lo he ganado hoy, pero sigue siendo un superhéroe». Y eso que vio peligrar el partido cuando desaprovechó tres pelotas de partido y vio cómo el serbio se revolvía: «Sí, sí, obviamente. Hemos visto a Novak remontado situaciones y acabar ganando, y se me pasó por la cabeza. Pero si todo va bien iba a haber un tie break. He intentado que no me afectara, seguir jugando, estar mentalmente fuerte; era un pequeño bache y no nos ha afectado y he terminado un gran tie break». Porque en la mente y el ADN de Alcaraz está el de mejorar siempre, que no es perfecto, por mucho que no haya rival que lo frene en esta primavera-verano. «El primer partido tuve muy poco porcentaje de servicio. En los días libres he entrenado mucho para mejorar en cada partido. Y estoy feliz del saque que he sacado hoy. Ha sido mi principal arma en la final. Pero tengo que seguir mejorando todo. Mi derecha puede ser mejor, mi juego en general puede mejorar. Partidos como la semifinal de Medvedev del US Open del año pasado me ayudaron mucho a mejorar. Me dejé llevar en el segundo set tras perder el primero. No es aceptable en un Grand Slam. Me ayudó a madurar. Y no puedo parar ahora, tengo que seguir creciendo y madurando». Y sin pausa ni freno, enseguida tendrá que estar listo para otro torneo de los grandes, pues comienzan sus primeros Juegos Olímpicos, tanto en individual, como formando pareja con Rafael Nadal. «Esto es lo que tiene el tenis, que ganas un día y a las semanas tienes otra cosa importante que tienes que estar concentrado y tienes muchas ganas de ganar. Voy a disfrutar esto en casa, con mis amigos, calmar la tensión que hemos tenido estas últimas semanas. Pero también estoy con muchas ganas de vivir mis primeros Juegos Olímpicos. Vamos a por el oro. No vamos a por una sola sino a por las dos con Rafa». Que tiemblen los rivales, Alcaraz llegar con fuerza.