¿Escrivá? no, por favor
Son de sobra conocidas la afición, la vocación y la obsesión de Sánchez por colonizar las instituciones del Estado. Lo son porque ya ha dado muestras suficientes de ello invadiendo órganos e instituciones estatales con personajes que llevan cargadas su mochila con el encargo de convertirlas en instrumentos políticos al único servicio del propio Sánchez. Sin duda, el caso del Tribunal Constitucional constituye el paradigma más visible de lo expuesto. Tras enviar allí a un ex ministro de su Gobierno, a una antigua fontanera de su Moncloa y lograr que lo presida el que fuera Fiscal Gene ...