El 'método Scaloni' para mantener el éxito de un grupo con liderazgo positivo
Cuatro finales disputadas en tres años. Tres finales ganadas. Bicampeón de América, ganador de la Finalissima, campeón del mundo. El historial del director técnico (DT) de la selección argentina de fútbol, Lionel Scaloni, es inmejorable y más allá de las figuras dentro de la cancha, detrás de estos éxitos se esconde un liderazgo positivo y lejos de las estridencias que permitió formar un verdadero equipo de estrellas.
"Lo mejor que hace Scaloni es no generar expectativas. Cuando se hizo cargo de la selección, Diego Maradona dijo que no podía manejar ni un colectivo y, al final, terminó manejando un Fórmula 1. Con conocimiento técnico y humildad, se ganó el respeto de un equipo de estrellas, con muchos egos", dice Andrés Hatum, profesor de Management y Organización de la Escuela de Negocios de la UTDT y autor de múltiples libros sobre liderazgo.
Además, agrega, en sus años al frente de la albiceleste, el DT se destacó por haber sabido construir un grupo de trabajo armónico. Tener el ojo para entender quién puede incorporarse al equipo y que esté en sintonía para sumar. E, incluso, para saber quién cumplió un ciclo y es mejor que dé un paso al costado.
Mantener el alto rendimiento durante tanto tiempo no es tarea sencilla. Ni hablar si en medio de una final la estrella del equipo tiene que dejar de jugar a raíz de una lesión.
"Cuando tenés una estrella indiscutida como Lionel Messi, lo que le pase a él impacta en el resto. Pero en este caso, Scaloni cuenta con otro líder en la cancha con el que comparte esa vocación de humildad y permite que sea el equipo el que se destaque. Si no mira bien, todo se festeja en equipo", agrega.
Líder moderno
El DT argentino tiene todas las características de un líder moderno. Es humilde, se muestra vulnerable y mantiene el bajo perfil. Estas cualidades son las mismas que se requieren para conducir cualquier organización.
"Todos queremos un Scaloni en nuestra empresa. Es una persona que no se siente una estrella y cuando le hacen preguntas sobre su estilo, prefiere hablar de los jugadores. Pero se nota que detrás hay mucho trabajo para construir un equipo, porque eso es algo que no sucede solo. Se ve el trabajo en las redes humanas y en las relaciones. Llama atención todo el aspecto emocional de la selección, lo afectuosos que son entre sí los jugadores", dice Paula Molinari, presidente de Whalecom y profesora de la Escuela de Negocios de la UTDT.
Precisamente, una de las características que más sorprende de la selección argentina desde que Scaloni se hizo cargo de ella es la solidaridad que se ve entre los integrantes del plantel. Jugadores que eran titulares indiscutidos, como Nicolás Otamendi o Lautaro Martínez, pasaron a ser suplentes sin que esa situación generara ruido interno.
"Se hizo un clic y se dejó de pensar en el equipo de los 11 que ingresan en la cancha, para ser uno de 26 profesionales y todos se sienten parte del equipo. Hay detalles que muestran que el líder de esta selección es Scaloni. Ayer el que se paró en el medio del círculo en el entretiempo del alargue fue él. Y todos los jugadores lo escuchaban con respeto. Eso es una muestra clara del liderazgo que ejerce", aporta Ezequiel Palacios, director asociado de Glue Executive Search.
Habilidades blandas
Lo más habitual es pensar a un entrenador como alguien que debe enfrentar problemas técnicos. Está claro que saber de fútbol y de estrategia es indispensable. Sin embargo, también tiene que sortear hay otras dificultades relacionadas con las llamadas habilidades blandas.
"Es el caso de los desafíos adaptativos, que son más complejos y requieren cambios en los roles y comportamientos de las personas. Scaloni logra movilizar a sus jugadores, genera entornos de confianza, les da voz, los escucha y deja que el equipo, por sí mismo resuelva el problema", dice Federico Carreras, socio de High Flow Consulting.
El especialista dice, además, que uno de los méritos del DT es darse cuenta cuándo debe actuar. Saber leer el contexto y las situaciones es una de las claves de un buen líder. La final disputada anoche es un claro ejemplo de ello. Es que el gol de la victoria llegó de una jugada elaborada por Leandro Paredes, Giovani Lo Celso y Lautaro Martínez, los tres cambios que hizo Scaloni en el inicio del tiempo suplementario.
"La lesión de Messi fue el momento más crítico del partido y, cuando todo podría haberse derrumbado, no se vieron signos de desesperación ni descontrol. El mensaje del cuerpo técnico fue absolutamente contenedor para los jugadores que estaban en el campo", cierra.