La alianza entre el Betis y el Grupo Hereda, que avanza también en la planificación, a punto de cristalizar

Salvo sorpresa mayúscula en un giro imprevisto de los acontecimientos, de la gestión futura y la propiedad del Real Betis Baloncesto se hará cargo el Grupo Hereda , compañía española experta en genealogía y tramitación de herencias cuyo CEO es Pedro Fernández. En las últimas semanas se han negociado entre las partes los términos de un acuerdo que está a punto de fructificar, porque ya se encuentra en su fase definitiva, para que esta nueva alianza que revitalice a la sección de baloncesto del club verdiblanco sea en breve, a poder ser esta misma semana, una realidad a la que se otorgue rango de oficialidad. Ésa es la intención, según pudo confirmar Al Final de la Palmera de fuentes de Hereda. Este miércoles, de hecho, se producirá la prefirma, a falta del visto bueno del CSD, para que se concrete el acuerdo de la transmisión de las acciones del club de baloncesto a su nuevo propietario. El Grupo Hereda se hará así cargo del control de la sección en un trato que incluiría, como ya ocurriera en octubre de 2023 con el Grupo Xoy , la cesión por diez años de la marca Betis, que la compañía con sede en la capital de España ha querido mantener confiando en su potencial. Si todo transcurre según los plazos esperados, y aunque el proceso se esté dilatando mucho más de lo deseado (el mercado de jugadores se encuentra a estas alturas más activo que en anteriores veranos), la presentación del acuerdo entre el Real Betis y Hereda podría producirse incluso esta semana. Fuentes de la compañía aseguran que Pedro Fernández, un amante del baloncesto que ya tiene otras experiencias previas en clubes españoles como el San Pablo Burgos , se ha desprendido recientemente de las acciones del Club Ourense Baloncesto, del que poseía la mayoría de los títulos. Los esfuerzos de la gestión se centrarán ahora en el Betis, que repetirá en Primera FEB, antigua LEB Oro . Y todos los indicios apuntan a que la inversión en materia deportiva será importante porque el objetivo de Hereda es subir de categoría, devolviendo al conjunto verdiblanco a la Liga Endesa. Y en el menor plazo posible. Para ello tiene que picar alto en el mercado, buscando a jugadores de peso específico en una Primera FEB cada vez más fuerte. Una tarea de la que se está encargando el director deportivo, Armando Guerrero , que tiene contrato en vigor y presumiblemente repetirá en el cargo. Aunque la venta todavía no es oficial, se viene trabajando en la planificación desde hace días y la idea es que los movimientos se vayan anunciado en cuanto la compraventa tenga luz verde. Hará falta una plantilla prácticamente nueva. Del banquillo, tras la marcha de Bruno Savignani al San Pablo Burgos, se encargará Gonzalo García de Vitoria , de 53 años, uno de los entrenadores con más partidos en la segunda categoría del baloncesto nacional. Tiene experiencia en Melilla, Orense y Alicante, entre otros, aunque esta última temporada ha sido ayudante de Txus Vidorreta en el Lenovo Tenerife de la ACB. Hay, además, unos seis jugadores con precontratos. Otros que interesaban se han escapado (Jorgensen y puede que Gudmundsson...) porque así funciona el mercado. A Vitor Benite, internacional brasileño, se le trata de convencer para que no espere a la ACB y sea la bandera del venidero Betis Baloncesto. Desde el Grupo Hereda también se han mantenido conversaciones con los dirigentes del Caja87, el equipo sevillano recién creado que competirá en Segunda FEB. No habrá unión y se mantendrán independientes, como se evidenció este lunes en la presentación del club de los Crespo . Y eso quiere decir, como ya confirmó hoy la FEB con el anuncio de la composición de sus seis ligas, que habrá tres equipos sevillanos de baloncesto masculinos entre la Primera y la Segunda FEB con el CB Morón, el citado Caja87 y el propio Betis Baloncesto. Lo nunca visto en tierras hispalenses tratándose del deporte de la canasta. Obviamente tendrán que cooperar y entenderse por el bien del baloncesto de la ciudad, sobre todo si los dos de la capital acaban compartiendo el pabellón San Pablo.