El Estado Islámico dice que el atentado de Omán era contra Irán y sus aliados
El Estado Islámico (Isis, Daesh) está eufórico tras el atentado perpetrado en Omán, el primero en este país, contra un grupo de chiitas, hasta el punto de dedicarle su editorial semanal.
“Quizás uno de los mensajes más importantes transmitidos por el ataque de Omán y que llegó a la lengua de los perpetradores (terroristas que cometieron el atentado) -acéptalos Alá-, que su ataque fue una venganza por el ofrecimiento de la madre de mi madre, y una venganza por sus hermanos y hermanas en las cárceles en Irak, el Levante (Siria) y el Líbano”, señala.
“Si los Rechazadores (Irán y sus aliados) asaltan a un musulmán lejos de nosotros, castigamos a su gente en otro frío cerca de nosotros, y este es un buen cálculo que instamos e incitamos a la juventud de los musulmanes de todo el mundo para que lo haga”.
“El ataque cualitativo contra los opositores a Omán, en sus dimensiones metodológicas, volvió a llamar la atención sobre la peligrosa penetración de la religión del rechazo en los hogares de los musulmanes. El peligro hoy barre las capitales de los sunitas y siembra sus semillas en su tierra y planta sus garras infieles en su sangre, y esparce la sedición de sus hijos, y suficiente del peligro y la sedición que violó a los árabes palestinos”.
Subraya que “el Estado Islámico fue el único que se enfrentó a este avance satánico en los países musulmanes desde el principio, palabras y trabajadores, y no escatimó esfuerzos en su guerra con los dientes y la lengua. Todo esto está teniendo lugar bajo la cobertura de la "coexistencia dorada" de la que se enorgullece el gobierno omaní, que reúne el secularismo, el Rechazo y el paganismo en un mismo crisol y trata en vano de equipararlo con el Islam y su campaña, esta es la descripción del testigo omaní que es ignorante”.
“Volver a sus agujeros de nuevo y completar la tarea de anestesia y decepcionar a los musulmanes, y hablar de la seguridad y la protección y de las virtudes de la aflicción y la autoridad y la santidad de romperla, a otros rasgos de la jurisprudencia de la sumisión y la ocupación”, concluyen los cabecillas de Isis.