Nadal no puede con un gran Borges y pierde su primera final en dos años
No pudo ser: Rafa Nadal ha caído ante Borges en dos sets en la final del ATP 250 de Bastad. La acumulación de partidos en pocos días y el cansancio acumulado han podido con el tenista mallorquín, el cual había llegado a su primera final en dos años.
El español quiso soñar con alzarse con el título, el cual habría sido el 93º de su carrera deportiva, pero se vio superado por un gran Borges, en un partido que terminó 6-3 y 6-2 después de una hora y 28 minutos.
Ahora, Nadal ya piensa en los Juegos Olímpicos, los cuales empezarán en tan solo unos días y en los que jugará tanto de manera individual como en parejas con Carlos Alcaraz.
Al igual que en los partidos anteriores, a Nadal le costó sacar adelante el servicio, de hecho, metió poco más del 50% de primeros servicios en el primer set en el que se dejó cuatro turnos de saque. Fue un comienzo del partido un tanto raro en el que ninguno de los dos estaba mostrando su mejor juego. Rafa, porque se le notaba cansado y lento de piernas, mientras que a Borges se le notaban los nervios de lo que era su primera final.
A pesar de ello, el español sumaba más errores, lo que permitió al portugués aferrarse al primer set, algo que obligaba a Nadal a remontar.
Ya en el segundo, el escenario no cambió demasiado. Al menos para el mallorquín, el cual se acordaba de las cuatro horas de partido ante Navone y las más de dos contra Adjukovic. Mientras que su oponente había ganado confianza y enlazaba grandes golpes que estaban dejando sin respuesta a Rafa, el cual no llegaba.
Con sus 27 años el portugués empezó a creer y fue entonces cuando no falló ni de derecha ni de revés. Al final, Borges se impuso en la segunda manga por 6-2 y se hizo con el primer título de su carrera entre lágrimas.
Nadal, el cual aseguró después haber disfrutado de este torneo, ha dado un paso más en la búsqueda de volver a su mejor versión. Y, aunque todavía le falta ritmo, ha vuelto a demostrar su espíritu competitivo y que su tenis puede volver a ser el que era. Ahora, toca soñar con los Juegos Olímpicos.