Kathia Ramos: El estrés financiero en México
El estrés financiero se ha convertido en una epidemia silenciosa que aqueja a más de la mitad de la población mexicana. De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Salud Financiera (ENSAFI) 2023, el 59.5% de la población mexicana mayor a 18 años experimenta estrés financiero.
El estrés financiero lo definen como un estado de preocupación, ansiedad y presión ante una situación de incertidumbre o dificultad financiera. A esta definición se le añade el riesgo que existe en la gestión de recursos financieros y en la toma dedecisiones.
La causa del estrés no es simplemente por ser la persona más preocupona, como decimos los mexicanos. Entre las razones se encuentra el desempleo, la falta de ingreso para solventar las necesidades básicas, la acumulación de deudas o sobreendeudamiento por mala gestión de los recursos,desconocimiento sobre el uso del crédito, y, la falta de educación financiera para el manejo de las finanzas personales o familiares.
Para comprender la magnitud del problema y dimensionar adecuadamente las consecuencias, es necesario conocer más sobre las afectaciones físicas y emocionales. Se reporta que la mitad de quienes enfrentan un nivel alto presentan afectaciones como dolores de cabeza, gastritis, falta de sueño, incremento en el consumo de alcohol o tabaco, problemas con familia y amistades o en el trabajo.
Si tener estas alternaciones no fuera suficiente, atenderlas termina por representar un costo adicional. Por ejemplo, en el caso de un cuadro de gastritis, para su atención se requiere del traslado para ir a la consulta médica, el pago de los honorarios del médico o médica, el tratamiento farmacéutico, sin considerar que el escenario por la falta de atención conduzca a un internamiento hospitalario.
Al final, la solución termina formando parte de las preocupaciones financieras y se convierte en un círculo vicioso.
Por su parte, las empresas experimentan una pérdida de productividad derivada del estrés financiero que pueden estar viviendo sus colaboradores. Adicionalmente, el estrés financiero está asociado a ser una de las causas de ausentismo en la empresa y a un menor compromiso para cumplir con las responsabilidades.
En otras palabras, el estrés tiene un tipo de efecto contagio. Primero afecta al individuo, a su salud física y emocional, a su entorno social y su entorno laboral. ¿Qué se puede hacer?
Desde el sector privado y público se han desplegado políticas para evitar y reducir este estrés con programas educativos financieros y facilitando el acceso a instrumentos para el ahorro.Incluso, las universidades facilitan cursos para promover la alfabetización financiera en estudiantes de distintas disciplinascon el objetivo de fortalecer las herramientas financieras para la toma de decisiones.
La apertura al diálogo sobre educación financiera es uno de los principales pilares para mitigar no solo el estrés, si no la vulnerabilidad que genera una situación de esta índole. Además, se puede empezar a abordar estos temas desde los niveles de educación básicos, donde los niños y las niñas puedan comprender conceptos básicos y prácticas que conduzcan a una mejor cultura financiera.
Asimismo, desde la familia o el círculo de amigos se pueden crear dinámicas para hablar de los hábitos financieros. días estaba con colegas jugando un juego de mesa llamado Cuéntame, en el cual hay tarjetas con preguntas y retos sobre finanzas personales. Una de las preguntas es si en tu familia se habla de dinero. Esto nos llevó a descubrir las diferencias en los distintos contextos y las experiencias. Por ejemplo, alguien dijo que nunca se habló de dinero en su casa, alguien más platicó que su familia realizaba reuniones mensuales para la planeación financiera, y otro más habló de que jamás supieron cuánto y cómo gestionaba el ingreso la principal proveedora económica de la familia.
Para ciertas personas, hablar de finanzas puede significar untabú. Sin embargo, es importante reflexionar el objetivo de la conversación; cómo se puede desarrollar un diálogo financierocon la familia, las amistades y los otros círculos sociales; cuáles son las dudas en común y cómo se pueden resolverse; cómo y qué vamos a compartir sobre conceptos, herramientas y consejos para tener una mejor cultura financiera. El tabú debe romperse.