Carlos Sobera ha visto de todo durante tantos años al frente de 'First Dates '. Y aún así, algunos solteros siguen logrando dejarlo alucinado. Como Fran (38), que trabaja en un estudio de tatuajes de Almería que acudió al programa de citas de Cuatro este lunes 22 de julio. Fran aseveró nada más poner un pie en el restaurante del amor que por lo general liga muchísimo. El problema es que últimamente le cuesta relacionarse con la gente, incluyendo en el plano sentimental. Al afirmar tal cosa, el Cupido de 'First Dates' quiso saber a qué achaca esa mala racha. A lo que el comensal explicó que «hace dos semanas que lo dejé con mi pareja». «¿Dos semanas y ya estás aquí? ¿Al día siguiente llamaste al programa?», reaccionaba Sobera visiblemente confuso. Pero resulta que en realidad Fran se puso en contacto con el 'dating show ' la misma tarde que rompió con su ex. Ante esa afirmación, el comunicador no supo que contestar. El propio soltero admitió ante las cámaras que «a lo mejor no tendría que haber venido, pero era un momento que necesitaba hacer otras cosas y conocer a otras personas». Algo que en Almería no puede hacer porque se conocen todos. No fue una mala decisión la de Fran al recurrir al programa de Cuatr o, a juzgar por lo bien que encajó con su cita. Pedro (36), su pretendiente, se asemejaba bastante a lo que él buscaba en cuanto a gustos y estilo de vida. Algo le llamó la atención a primera vista. Por su parte, al brasileño, recién llegado a Madrid y autodenominado «enamorado de la cultura pop marica», el almeriense le pareció super interesante. Lo único que puso en peligro la incipiente química que estaba germinando entre ellos, sin embargo, fue precisamente el tiempo que Fran llevaba soltero. Pedro consideraba que era «poco tiempo para empezar una relación nueva o arrancar algo de cero». No obstante, la ilusión pudo con las reservas del brasileño, que coincidió con su cita que deberían seguir conociéndose más. Eso sí, dejándole claro que la cosa debe fluir despacio, mientras se conocen un poco más y sacándole la promesa de que le hiciera un tatuaje.