El Gobierno quiere que las comunidades de vecinos puedan vetar los pisos turísticos, por mayoría de tres quintos

El Gobierno quiere que los vecinos de los bloques susceptibles de tener un piso turístico puedan decidir, por mayoría de tres quintos , si lo vetan o no. Según ha explicado el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en RNE, lo hacen para poner «un elemento de racionalidad en el auge de este tipo de pisos». No es la primera vez que el Ejecutivo anuncia una medida similar este verano, que en lo que refiere al turismo ha empezado tensionado. De telón de fondo están las protestas de este mismo fin de semana en Palma de Mallorca y las del pasado seis de julio en Barcelona , que incluyeron algún episodio violento contra visitantes extranjeros. Todo esto es sintomático del malestar vecinal que achacan algunas ciudades españolas. Mientras tanto, patronales hoteleras y asociaciones vecinales piden al Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos que controlen el exceso de alojamientos turísticos en algunos barrios. Precisamente, ha recordado el ministro, la vivienda turística es un ámbito competencial compartido a estos tres niveles, por eso están legitimados, dice, para llevar a cabo una medida como la que proponen. Lo que tendrán que modificar es la Ley de Propiedad Horizontal , que es la que regula las relaciones, derechos y obligaciones de los propietarios de inmuebles que pertenecen a la misma comunidad o edificio, y el ministro asegura que ya trabajan en ello. Concretamente, la enmienda que pretenden introducir obligará a disponer de una autorización vecinal -por mayoría de tres quintos- antes de que un particular o empresa pueda instalar un piso turístico en un bloque. Ahora, lo que falta por saber es qué vecinos tendrán derecho a voto y en qué condiciones y tempos exactamente. Ya se han producido las primeras reacciones por parte de algunos ayuntamientos, y por el momento han sido positivas a ambos lados del espectro ideológico. El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, lo ha calificado como «una herramienta absolutamente fundamental», una que, según él, todo el mundo estaba pidiendo, desde las administraciones de fincas hasta las administraciones locales.