En torneos cortos como unos
Juegos Olímpicos muchas veces es básico empezar ganando. Más allá de jugar bien, de convencer a base de fútbol o de arrollar al rival, los técnicos firman lograr un
triunfo que atempere los nervios y ponga la primera piedra de un camino que, a partir de esa base, sea más tranquilo.
Seguir leyendo...