Los reclamos de Villarruel a la Casa Rosada que pueden complicar los planes del Gobierno
Victoria Villarruel está molesta. Y no lo disimula. Lo mismo que al vocero presidencial Manuel Adorni le parece normal, a ella le llama la atención como lo es que ni colaboradores cercanos ni un fotógrafo del equipo de la Vicepresidenta puedan acompañarla en ningún acto oficial. Al respecto hace dos meses hubo una queja formal desde el Senado. Nada cambió y la situación supera lo anecdotario para ser ya un problema político con Javier Milei que se suma a una larga lista de desencuentros.
Este fin de semana Villarruel volvió a sentirse víctima de un intento de invisibilización en la inauguración de la Exposición en La Rural donde las cámaras oficiales apenas la mostraron cuando se acercó el Presidente para un saludo fugaz y cuando el locutor la anunció.
La cuestión no es, como dijo Villarruel en redes sociales y como dejan trascender en su entorno desde hace un tiempo, que no permitan que fotógrafos cercanos a ella la acompañen en los actos. El tema es que la titular de la Cámara alta no aparece en las fotos que distribuyen desde Casa Rosada.
"Se pierden el 50% de la dupla electoral, ¿a quién le van a pedir el año próximo que salga a hacer campaña?" se preguntan los que miran sondeos de la imagen positiva de quien ocupa el primer lugar en la sucesión presidencial. En cambio Adorni desmiente el malestar. Esta mañana en su habitual conferencia aseguró que "la relación sigue siendo la misma de siempre, una muy buena relación".
En ese marco la falta de imágenes oficiales le sirvió a la Vicepresidenta para exponer públicamente que no tiene acceso a las fotos -lo dijo en redes en respuesta a un periodista- y la distancia no sólo con la secretaria general Karina Milei, con quien tiene serias diferencias, sino principalmente con el Presidente. Algunos ya se preguntan qué pasará en próximas votaciones en el Senado si como en la Ley Bases fuera necesario su voto para el desempate o su injerencia para sumar a opositores.
Las imágenes que ella compartió entre el domingo y el lunes en las redes sociales junto al titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, y su señora fueron gentileza de la Sociedad Rural y de un fotógrafo del Senado que se ubicó a varios metros de distancia, lejos del corralito que se dispuso delante del escenario donde sí se vieron asesores y acompañantes de algunos ministros.
En casi todos los videos o fotos se la ve junto a Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado. Sonríe, está con buen semblante, saluda y aplaude o toma mate a pesar de que no es su costumbre diaria. Quien le cebaba a su izquierda era el vice de la Rural, Marcos Pereda Born. Esa ronda de la infusión nacional terminaba en Pino mientras Milei intentaba tomar el que le ofrecía el jefe de gobierno porteño Jorge Macri con quien sí se lo vio charlar.
Un malestar de larga data
Un funcionario se ocupó de revisar las imágenes oficiales que difundió la Oficina de Prensa del Presidente desde el 10 de diciembre hasta la fecha. En la única oportunidad que encontró fotos de Villarruel junto a Javier Milei fue el último 9 de julio cuando ella lo tomó del brazo para ingresar a la Catedral y luego se subió con el Presidente a un tanque en el desfile militar. En ambos casos ella no dejó opción y se ‘coló'.
En cambio el 25 de mayo en Córdoba la Vicepresidenta quedó al costado del atril presidencial mezclada entre legisladores y gobernadores. El 20 de junio fue peor para ella: en Santa Fe estuvo de espaldas a los fotógrafos al igual que el resto del gabinete. En ambos casos además del Presidente la figura central fue su hermana, la secretaria General, que también firmó el Acta de Mayo. A Villarruel, que alegó un estado gripal, no le ofrecieron -como si lo hicieron con el gobernador de Santa Cruz Claudio Vidal- que estampara su rúbrica a posteriori.
En ese contexto, Adorni intentó suavizar los desentendimientos que se agravaron con la ausencia de Villarruel en la firma del Acta de Mayo en San Miguel de Tucumán y muy especialmente con el episodio del tuit que ella escribió defendiendo a la Selección Nacional contra Francia. Todavía lo mantiene fijo en su perfil. Y no lo borrará mientras se oigan silbidos contra deportistas argentinos en los Juegos Olímpicos. "A ver qué dicen ahora..." desafían los que siguen esas instancias.
Las últimas semanas terminaron de enojar a la Vicepresidenta. Primero porque Karina Milei no solo pidió disculpas ante la embajada de Francia sino porque mandó a difundir públicamente esa información. Después, porque en lugar de terminar con el tema la Vice volvió a ser desautorizada tras el encuentro de los hermanos Milei en París con el primer ministro Emmanuel Macron.
"Innecesario" se quejaron en el primer piso del Senado frente a cada uno de estos episodios y mientras se preparan para varias discusiones que generan preocupación en la Casa Rosada como es la nueva fórmula de jubilaciones, el pliego del juez Ariel Lijo para cubrir una vacante en la Corte y la Boleta Única de Papel que quizás sea uno de los pocos cambios electorales que pueda imponer el oficialismo este año.
El Congreso tiene otros temas que pueden complicarse como son las próximas reformas que prometió el Presidente a impulso del ministro Federico Sturzenegger, la conflictiva Bicameral de Inteligencia en la que Karina Milei le disputa a Villarruel injerencia en la elección del presidente y por último el DNU que amplía los gastos reservados para los espías de la nueva SIDE en $ 100.000 millones. Los diputados dialoguistas ya se preparan para rechazarlo y el mismo camino podría seguir en el Senado.