Cientos de detenidos, presión internacional y unas actas que siguen sin publicarse: la crisis en Venezuela se intensifica
Estados Unidos afirma que se le "acaba la paciencia" con Nicolás Maduro, que no duda en criticar a los observadores del Carter Center que él mismo invitó para seguir las elecciones y que han denunciado que no fueron unos comicios democráticos
Estados Unidos está perdiendo la paciencia. Así lo dijo este miércoles John Kirby, Secretario de Prensa del Departamento de Defensa estadounidense, en una rueda de prensa.
“Nuestra paciencia y la de la comunidad internacional se está agotando. Se está agotando de esperar que las autoridades electorales venezolanas digan la verdad y liberen todos los datos y detalles de esta elección para que todos puedan ver los resultados”.
Kirby dijo esto horas después de que la misión de observación electoral del Centro Carter publicara una dura declaración que puso en duda lo que el oficialismo insiste en defender: la legitimidad de las presidenciales que dan la victoria a Maduro con un 51,2% de los votos.
Tras citar el informe de la organización estadounidense —invitada por el Gobierno de Nicolás Maduro para seguir las elecciones—, Kirby dijo que comparten las inquietudes del Centro Carter: “Expresamos serias preocupaciones sobre estas subversiones de las normas democráticas”. “Estamos observando y responderemos en consecuencia”, concluyó el funcionario estadounidense.
Maduro aseguró este miércoles que el informe del Centro Carter estaba ya escrito desde hace un mes y que lo que le faltaba, dijo, era “picantico”. “Todos los que vinieron del Centro Carter a Venezuela traían el informe ya escrito, lo tenemos desde hace un mes, tenemos el informe del Centro Carter ya escrito, lo que les faltaba era pincatico que le pusieron ahora, porque se desnaturalizaron, ya no es Jimmy Carter quien lo dirige, solo lleva su nombre, lamentablemente”, dijo en una rueda de prensa.
Cuarto día sin hacer públicas las actas
La petición de los miembros de la comunidad internacional que no han respaldado las presidenciales venezolanas es la misma: que el Consejo Nacional Electora (CNE) haga públicas las actas.
Es una solicitud que debería ser, en un principio, sencilla de cumplir. El sistema electoral venezolano está automatizado. Las mesas de votación transmiten los resultados a través de una intranet encriptada y el CNE recibe la información en cuestión de segundos.
Y en caso de duda, o de un posible hackeo, como ha denunciado la autoridad electoral, hay un respaldo: las actas físicas, en papel, que el CNE y los testigos de los partidos políticos tienen en su poder
Esos son las que la oposición asegura que está compartiendo en un sitio web que este jueves, con el 81.85% de las actas digitalizadas, seguía dando la victoria al candidato opositor Edmundo González Urrutia. La oposición está llevando a cabo su propio escrutinio no oficial y no ha recibido el reconocimiento de ningún organismo internacional.
Estados Unidos, sin embargo, ya considera estos datos como válidos. Brian Nichols, encargado del Departamento de Estado para Latinoamérica, dijo este miércoles que existe evidencia “irrefutable” para declarar la victoria de la oposición.
Para el representante estadounidense, “el anuncio del CNE no tiene ningún valor” y la razón por la que la autoridad electoral no muestra las actas “es obvia”. “Con las pruebas irrefutables de las actas, todos pueden ver que Edmundo González Urrutia derrotó a Nicolás Maduro con millones de votos. Esto no es una proyección”, aseguró Nichols ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“No quisiéramos ir a otras formas de hacer revolución (...). Pero si el imperialismo americano y los criminales fascistas nos obligan, no me temblará el pulso para llamar al pueblo a una nueva revolución con otras características”, ha advertido Maduro.
Más de 1.200 detenidos
El cuestionamiento de los países de la región hacia el gobierno de Maduro no sólo está centrado en la falta de transparencia. También en la violencia con la que ha reprimido las manifestaciones ciudadanas que se dieron desde el lunes.
El jefe de Estado publicó un vídeo en sus redes sociales en el que se le ve frente a decenas de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana. “Son unos criminales, tenemos más de 1.200 criminales capturados”, aseguró, después de pedirles que “no soltaran” a unos jóvenes que encontraron con armas en ese sector.
Maduro aseguró que estos “criminales” habían sido entrenados “en Texas, Colombia, Perú y Chile”. “Los entrenaron con tiempo. Para que vinieran a atacar, a quemar. Eso es fascismo. ¿Esta gente está preparada para gobernar este país?”, preguntó.
La cifra que dio Maduro supera la de 1.062 indicada horas antes de este miércoles por el fiscal general, Tarek William Saab. Saab también dijo que, durante las protestas, resultaron heridos 77 efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado.
También es muy superior a la que maneja la organización Foro Penal, que este jueves daba un dato de 672 “arrestos verificados e identificados” y 11 fallecidos.
Según han contado a este diario periodistas en terreno, después de las protestas del lunes, no se observa a muchas personas por las calles militarizadas de Caracas. Todo está “semiparalizado”: los organismos públicos, los supermercados y las farmacias abren únicamente unas horas al día.
Para los próximos días se prevén movilizaciones ciudadanas, tanto del oficialismo como de la oposición. María Corina Machado aseguró este miércoles en su cuenta de X que la violencia es “la respuesta criminal de Maduro al pueblo venezolano que salió a la calle en familia, en comunidad, a defender su decisión soberana de ser libres”. “Esos crímenes no quedarán impunes”, advirtió. “¡Vamos hasta el final! Ahora tenemos un nuevo motivo: el sacrificio que ustedes hacen y han hecho”, prometió Machado.
Por su parte, Nicolás Maduro, que acusó a los medios internacionales de querer iniciar una guerra civil en Venezuela, convocó el martes a “la madre, la mamá, la mamaíta, de todas las marchas para celebrar la victoria de la paz en Caracas” este sábado.
Brasil toma la representación de Argentina en Caracas
Mientras, la relación entre el Gobierno venezolano y países que han puesto en duda los resultados, sigue tensándose. El martes, Maduro dio un ultimátum a los diplomáticos argentinos en el país y les puso un plazo de 72 horas para abandonar la embajada, en la que están asilados seis opositores a su gobierno.
A pesar de las críticas repartidas a todos los países que han cuestionado el escrutinio, Maduro no ha sido igual de duro con Gustavo Petro, presidente de Colombia, que también ha pedido transparencia. “Tengo un buen nivel de diálogo con el presidente Petro (...) tuve la oportunidad de explicarle muchas cosas, las cosas que he explicado aquí”, dijo el líder chavista durante una rueda de prensa, en la que le preguntaron por los comentarios del mandatario colombiano, quien considera que hay “graves dudas” sobre los comicios.
El gobierno de Brasil, liderado por Lula da Silva, se ofreció a tomar la representación de Argentina en Caracas. Un gesto que Javier Milei, mandatario argentino, agradeció este jueves. “Hoy el personal diplomático argentino tuvo que abandonar Venezuela como represalia del dictador Maduro por la condena que hicimos del fraude que perpetraron el domingo último”, dijo el mandatario.
Según publicaron medios argentinos y venezolanos, estaba previsto que los diplomáticos y sus familias dejaran el país rumbo a Portugal y, previo paso por Madrid, llegarían a Buenos Aires en la madrugada del sábado.
En cuanto a las personas que están asiladas, se espera que sean derivadas a otras embajadas mediante un salvoconducto.