Pablo Aguado: "Si todos los que van a los toros fueran de derechas, en España no gobernaría Pedro Sánchez"
Torea este señor como Eric Clapton toca la guitarra, con mano pausada y un derrame de sentimiento en cada gesto. Pablo Aguado se mueve a cámara lenta y quien contempla esa sucesión de instantes detenidos comprende que es posible escribir la mejor poesía[[LINK:TAG|||tag|||63361c875c059a26e23f863d||| con un capote]]. Ondea la antorcha de una especie que parece condenada a la extinción. Es, sí, un elegido.
Cuando torea se paran los relojes. ¿De dónde le viene esa calma de samurái?
Cuando se dan las circunstancias y se puede torear despacio, que no siempre es así, es algo que te nace de dentro. No es ni debe ser estudiado, surge.
Curro Romero, José Mari Manzanares padre, Julio Aparicio. ¿Se reconoce en esa estirpe?
Son grandiosos toreros a los que admiro y ojalá tuviera cosas de ellos. Un artista no busca a otros para imitarlos, pero sí para inspirarse y aprender de ellos.
Ha estado varias veces a punto de quedarse en la arena. ¿Lo salvó Dios o tuvo suerte?
Pues un poco de todo, no te sabría decir. He escapado de los percances que he tenido por las circunstancias, Dios o la suerte. Son distintos nombres para la misma cosa.
¿Las cicatrices le dan mayor distinción a un torero?
No por tener más cogidas eres mejor o peor torero. Lo único es que cuando pasan sí te diría que uno se siente torero. No porque te haya echado mano un toro, sino por sobreponerte a lo que una cornada trae consigo.
Un cartel con Roca Rey y usted es un Nadal-Djokovic. ¿Hay ahí una rivalidad que lo estimula a sacar lo mejor de sí?
Cuando toreo no voy a ganar a nadie, voy a sacar lo mejor que tengo. Pero cuando se torea con toreros del nivel de Roca Rey, sí es verdad que la motivación y la concentración tienen que ser máximas para estar a su altura. Y uno, indudablemente, quiere ser el mejor.
Ser torero hoy es tener a media España en contra. ¿Se equivocó de profesión?
Eso de «media España en contra» es más lo que nos han metido en la cabeza que la realidad. Los taurinos solemos caer en el falso tópico de echarnos tierra encima y decir que la tauromaquia está peor que nunca, y se nos olvida que hubo una época, en el siglo XVI, que estuvo prohibida por orden papal. Creo que estamos en una etapa mucho mejor que unos años atrás. Pero aunque estuviera media España en contra (ríe), seguiría feliz siendo torero.
¿Alguna vez se entenderán toreros y animalistas o esa es una utopía absoluta?
Es que los toreros somos animalistas. Tendríamos que definir a qué tipo de animalistas nos referimos. ¿Animalistas de ciudad, que no han pisado el campo en su vida y creen que se le hace bien a un animal salvaje teniéndolo encerrado en una jaula, o animalistas que están todo el día en el campo echándole de comer al ganado? La tauromaquia es ecologista y animalista.
Se asocian los toros, con insistencia, a la derecha, cuando desde siempre han despertado pasión entre personas de todas las ideologías.
La tauromaquia nace como una fiesta del pueblo y del mundo rural, y de ahí, gracias a su auge, se convierte en un espectáculo elitista. En los años grandiosos de la tauromaquia las grandes personalidades iban a los toros y eso le dio una imagen de espectáculo de élites, cuando la raíz viene de todo lo contrario. ¿Por qué para que te gusten los toros tienes que ser de izquierdas o derechas? Si todos los que van a los toros fueran de derechas, en España no gobernaría Pedro Sánchez.
Es parte interesada, pero ¿sabría defenderme con argumentos el error que ha supuesto la retirada del Premio Nacional de Tauromaquia?
El error ha sido del propio ministro, que ha hecho un ridículo absoluto. Ha dejado claro que antepone sus intereses o gustos personales a los de una buena parte del país.
Se perdió Barcelona, ¿caerán alguna vez Sevilla y Madrid?
Te digo que no porque es una fiesta muy arraigada que hace feliz a mucha gente. Y me atrevería a decir que los toros volverán a Barcelona.
«Dile a la luna que venga, / que no quiero ver la sangre de Ignacio sobre la arena» (Lorca). ¿Qué hace su madre cada vez que torea?
Buf… Pues no lo sé, porque nunca le he llegado a preguntar. Pero cuando es cerca, prefiere estar en la plaza.
¿Tiene hijos?
No.
¿Cómo cree que se sentiría al ver a un hijo suyo frente a un toro?
Sería muy duro. Sabiendo el miedo que se pasa y lo que te puede hacer un toro, lo pasaría muy mal.
Esta sección lleva por título «¿Tienes fuego?». Señor Aguado: ¿tiene fuego?
Cuando te sientes torero tienes un fuego inapagable.