Formentera, el eterno paraíso terrenal
LA RAZÓN prepara dos opciones muy distintas que se adaptan a Formentera, porque además de ser el lugar donde se goza del silencio, las olas del mar, los atardeceres, el sonido de los pájaros y las chicharras, también se puede disfrutar de la música, la noche y el ambiente que muchos buscan en verano.
Cala Saona
A tan solo unos pasos del mar, su propuesta es un puente para dejar atrás el ajetreo del mundo y sentir la verdadera conexión con la isla. Por ello, desde el hotel Cala Saona proponen reponer y equilibrar el cuerpo, la mente y el alma.
Allí encontramos pistas de pádel y gimnasio, spa (con sauna y baño turco), salas de estar y habitaciones con vistas al mar. Destacan sus clases de Hatha yoga en grupos e individuales, aptas para todos los públicos. También ofrecen tratamientos personalizados corporales y faciales.
En cuanto a gastronomía, encontramos Restaurante Cala Saona (concepto mediterráneo de sabores frescos y servidos en una terraza frente al mar), Sol Post (fusión latinoamericana y mediterránea, un concepto más profundo, formal y exquisito, con arroces, mariscos, carnes, pescados y maridajes) y, por último, la coctelería de autor en Tiki Bar.
La fiesta en Beso Beach
A escasos metros de la playa y dentro del Parque Natural de Ses Salines, se encuentra este clásico y parada obligatoria para muchos. Allí suena la mítica "Gimme" de Abba, donde todos los comensales se ponen en pie y bailan al son de un ambiente distendido y dinámico, con un servicio atento, cercano y amable.
Cuentan con paellas, pescados y mariscos distribuidos en una carta amplía aunque también cada día ofrecen sus "fuera de carta", como el espectacular lenguado a la meunière. Sus gildas de Casa Santoña son imprescindibles, así como el pan con alioli casero y mítico antes de empezar los principales. Por supuesto, la reconocida sangría de cava de Beso Beach es el mejor acompañante y una de las bebidas más demandadas.
El descanso en Dunas
Si el paraíso existe, este lugar debe ser el más cercano al mismo. En un lado, villas privadas, habitaciones y suites, estudios y suites de lujo, con unas vistas panorámicas y en la paz más absoluta. Por otro, Caliu, la apuesta gastronómica donde los sabores mediterráneos renacen entre las brasas del fuego (cuentan con recetas al Josper).
Explican que Caliu "es un lugar donde experimentar, disfrutar y saborear recetas como si fuera la primera vez". Y de eso se trata, de adentrarse en un viaje culinario que celebra las raíces más auténticas de la cocina Mediterránea en un ambiente desenfadado; de disfrutar de clásicas recetas a la brasa y cócteles de autor maridados con los cálidos rayos de sol y la brisa del mar en el privilegiado entorno de la Playa de Migjorn.
También cuentan desde Caliu que su oferta parte de un recetario tradicional donde reina el ingrediente fresco y de calidad, siempre junto a técnicas culinarias impecables para elaborar platos colmados de color y sabor. Aquí, la pesca del día desfila entre las brasas del fuego, el horno de leña esconde auténticas pizzas napolitanas y cada receta honra los productos de la tierra y el mar balear.