Nacido en Leganés el 31 de enero de 1989, aunque residente «de siempre» en Fuenlabrada, Rubén Ramos Martínez encara su segunda campaña al frente de la dirección deportiva del CD Toledo , adonde llegó a principios de noviembre del año pasado. Con el nivel 1 de entrenador y acabando un máster de Dirección Deportiva, Ramos está casado y tiene dos hijos: una niña de diez años que juega en la Escuela de Fútbol del Dux Internacional y un niño de seis que lo hace en los prebenjamines del Real Madrid. «Lástima que mi abuelo materno ya no vive, porque era un gran seguidor del CD Toledo y del Real Madrid. Era natural de Los Navalmorales y le hubiera hecho mucha ilusión ver a su nieto trabajando para el club verde y a su biznieto con los merengues», desvela. El director deportivo explica que fichó por el CD Toledo después de una llamada de Fernando Núñez Lirio, el propietario, «que conocía mi trabajo en el DUX Internacional». Relevó a Sergio Maldonado y a la semana tomó su primera gran decisión: cesar al entrenador Carlos Gómez tras un empate en casa ante La Solana. «No era el perfil de técnico que yo buscaba, sobre todo en la idea de entender el fútbol», afirma al respecto. «Dentro de una terna de tres entrenadores», se decidió por Rubén Gala. Aterrizaron también refuerzos importantes en el mercado de invierno y, pese a una mala racha de resultados en febrero y marzo, el equipo reaccionó en la segunda vuelta. «Recuerdo que un hubo toque de atención muy severo por parte de las altas esferas del club a raíz de dos derrotas consecutivas en San Clemente y La Solana. A partir de ahí hicimos una gran recta final de temporada que nos llevó al 'play-off' y anduvimos muy cerca del ascenso. Aunque no hubo suerte con el sorteo y el filial del Almería era un equipazo, rozamos la Segunda RFEF. También influyó el que no supiéramos leer bien los últimos 15 minutos del partido decisivo, que fue cuando el Almería B nos desbordó» , reconoce. La ilusión generada por el CD Toledo en la ciudad hizo que el 'Salto del Caballo' batiera su récord de espectadores en ese partido, superando los 7.000 con gradas supletorias , y la llama todavía se mantiene encendida, ya que ya son más de 2.000 los socios para la próxima temporada, muchos de ellos nuevas altas. El que no sigue es Rubén Gala, lo que Ramos califica como «una decisión antipática» y basada en que «buscaba otro perfil de entrenador, con otra gestión de vestuario». Y como sustituto ha venido Alfredo Santaelena , de quien comenta que es «el mejor entrenador que tuve en mis 17 temporadas como futbolista profesional. Y lo digo con rotundidad, a pesar de que he militado en el fútbol base de las canteras del Real Madrid y el Atleti. Me costó convencer a Alfredo para que viniera al CD Toledo, pues era bajar dos categorías en su carrera», expone. En cuanto a las bajas de futbolistas, que han sido una docena, el director deportivo fija la mirada en Unax y Martín Pérez. Al primero fue «imposible renovarle, y eso que le ofrecimos dos años de contrato, cosa inusual en estas categorías. Además, le aumentábamos la ficha, pero se empeñó en que quería jugar en Segunda RFEF y se ha ido al Deportivo Guadalajara». Mientras, a Martín Pérez «no le veía en el esquema del equipo. Es un '8' cerrado y en esa posición tenemos a Rodri, a Pepe Delgado e incluso a Reguera. Por supuesto que me alegro de que haya firmado por el Móstoles URJC». Precisamente, el Móstoles URJC ha sido el equipo que se ha quedado con la plaza de Segunda REFEF que dejó libre el Ursaria y a la que concursó el CD Toledo. El presidente verde, Joaquín Sánchez-Garrido, interpuso un recurso contra la decisión de la federación española por no ser el equipo agraciado, pero este no ha prosperado. Ramos da por cerrada la plantilla con 22 futbolistas, a falta, quizá, de un lateral zurdo sub-23 . «Estamos muy contentos del trabajo que hemos hecho, la cosa no ha sido fácil. El club está creciendo a pasos agigantados en el aspecto social y económico; sólo falta el empujón definitivo en el apartado deportivo y para eso estoy yo, mi entrenador y ese vestuario que irá a ganar desde el minuto cero. Todos nos jugamos mucho, por lo que no hay otra meta que el ascenso», declara. Sobre ser, otra vez, el máximo favorito a quedar campeón de Tercera RFEF y lograr por la vía directa el ascenso, Ramos puntualiza que «las ligas se ganan en el campo, no valen los pronósticos. La propiedad del club ha hecho todo lo posible para que yo pueda confeccionar una plantilla a mi gusto, pero lo primero es trabajar para hacer un buen vestuario; eso es muy importante. Tengo que agradecer a Fernando Núñez Lirio y a su familia, al presidente y al director general, Ricardo Mingorance, toda la confianza y libertad que me han dado. Y no me quiero olvidar de la afición, de la que recibo constantes mensajes de apoyo para que esta temporada sea exitosa». Por último, preguntado por el fútbol base, el director deportivo cuenta que para el filial, que descendió a Primera Autonómica por los arrastres del Manchego Ciudad Real y La Solana, «hemos firmado como entrenador a Fernando Gómez, que completó una gran temporada con el Bargas». Aquí también el objetivo es el ascenso a Preferente. Y para el Juvenil A, que fue tercero y no consiguió subir a División de Honor, «hemos apostado por Marcos Arribas».