¿Qué tan preparados estamos para los autos eléctricos?
Trascendió en esta semana un video en el que un vehículo Tesla arde al lado de una casa de madera en Tijuana. Las imágenes son reveladoras, de esas cosas que “solo pasan en México”. El usuario del vehículo, que al momento no se ha podido identificar, evidentemente hizo caso omiso, o desconocía por completo la forma en que un auto Tesla debe recargarse.
Más allá de la “mexicanada”, o “chicanada”, como refirió la maniobra uno de los bomberos que sofocaron el incendio, el suceso evidencia la ignorancia del riesgo que representan los vehículos eléctricos.
Pero no es nada personal del pueblo mexicano en contra de los vehículos eléctricos, no. Es que simplemente en México el consumo de electricidad no tiene tope. De acuerdo con datos del Prodesen 2024-2030 de la CFE, las pérdidas de energía en media tensión representan 13.2 por ciento de lo que se distribuye. En el mundo, este indicador es de 8 por ciento. De ese 13.2 por ciento, 8.57 puntos porcentuales provienen de lo que se conoce como “pérdidas no técnicas”, principalmente diablitos, pues.
Hoy, la infraestructura de cargadores o electrolineras es muy limitada. Menos de mil 400 puntos de carga en todo el país (según el Instituto Mexicano del Transporte), la mayoría de ellos en la CDMX y las otras grandes ciudades. Sin mencionar que los precios de los vehículos impiden su masificación.
Sin embargo, el principal reto que tendrá la electromovilidad es el cambio cultural, el de dejar un profundo arraigo a los petrolíferos, para abrazar la electricidad como “combustible”.
Es decir, eventualmente tendremos que confiar en un carro caro, que difícilmente podrás sacar a carretera (al menos hasta que se concrete la estrategia de electrificar 10 mil kilómetros en carreteras, de la cual hablamos la entrega pasada), y al que además no lo puedes afinar en el patio de tu casa… habrá que verse.
Lo que pasó en Tijuana, y que afortunadamente no tuvo vidas que lamentar, es una publicidad muy negativa para los autos de Elon Musk, esto, a pesar de que se trató de la negligencia de un usuario. Pero vale la pena reflexionar qué tanto estamos preparados como país para los vehículos eléctricos.
Cuidando el legado
Mucho se ha criticado la injerencia del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador en la transición sexenal, sin embargo, pocos consideran que uno de los mandatarios más populares del mundo dejará encargado a Claudia Sheinbaum y su equipo, un legado sin igual en la historia de México. Es necesario que se involucre hasta el último día y cuide lo que se ha construido en estos últimos casi seis años.
Ya lo dijo la propia Sheinbaum en la gira de este fin de semana, en la cual se reunió con gobernadores, y donde el tema principal fue el seguimiento a los grandes proyectos de infraestructura que han marcado la administración que está por concluir.
En este sentido, destaca la meta de la próxima presidenta de México de determinar al menos una obra prioritaria por entidad. Esto, independiente al color del partido político que cobije a los gobernadores. Todos a bordo.