Las mujeres +50 que veranean en Marbella como Ana Botella llevan el caftán más bohemio con alpargatas de cuña baja

No hay verano sin caftán en la maleta de vacaciones de Ana Botella, porque es su uniforme favorito tanto en Marbella como en Madrid, y anoche nos lo volvió a dejar claro para un momento muy triste. Porque nadie quiso dejar de apoyar a la familia en la misa funeral de Carlos Goyanes, que falleció ayer repentinamente a los 79 años de edad en su casa de Marbella.

Desde Inés Domecq a Isabelle Junot que no han querido faltar en este momento tan delicado. Obviamente, han tenido que tirar de los estilismos que tenían para las vacaciones, por eso vemos a muchas de ellas demasiado arregladas para un momento como este.

Pero Ana Botella ha sido fiel a su caftán favorito para los meses de más calor con unas alpargatas de cuña baja que nunca fallan tampoco en verano, y más en el sur de España. Un vestido sin edad, que tanto se lo vemos a las chicas de 30 años que mejor visten como a las mujeres 50+.

El caftán reina entre la jet desde el verano pasado y Ana Botella es gran fan de esta tendencia. Si el año pasado fueron Amelia Bono, Tamara Falcó, o la Reina Letizia, ahora es ella. Lo que está claro ya es que el caftán es el nuevo vestido de verano y el mejor aliado para soportar este calor que vamos a volver a tener esta semana. Ya sea en Marbella o en Madrid, el caftán es la prenda estrella.

La tendencia eterna del caftán más bohemio y veraniego

Sus orígenes se remontan al lejano Oriente, era un ‘vestido de honor’ para las grandes ocasiones. La historia lo define como una prenda de origen turco, amplía como una capa, abierta desde el cuello a los pies y con grandes mangas. Se utilizó a principios de siglo como bata casera e inspiró también diversos tipos de abrigos de vestir femeninos de alta costura en los años cincuenta.

A partir de los sesenta, las influencias exóticas y hippies dan un nuevo relieve a esta forma. En los 60, diseñadores como Balenciaga o Dior fueron referencia para algunos de sus diseños, y aunque en sus inicios, en los 70, fue la prenda fetiche de las pasarelas con Halston o Yves Saint Laurent, hoy lo vemos como una prenda playera y triunfando cada verano.