Arden Montag: «La fantasía es una buena forma de reflexionar sobre la realidad»
En la última y más cruenta guerra entre hombres, uno de los bandos recurrió al poder prohibido de los dragones a través de Argia, la maga más poderosa que jamás pisó el planeta de los dos soles. Tras la destrucción de la guerra, ésta dio a luz al primero de los dragos. Muchos Ciclos después, en la península de Terradraga, dos dragos huérfanos vivirán una trepidante aventura para ir encajando las piezas de la historia que los une. «Terradraga» (Minotauro) es una novela fantástica de Arden Montag, pseudónimo de los periodistas César G. Antón, director de informativos de la Sexta, y Paula Gonzalo. «Desde nuestra pasión por los libros, colaboramos en “83 segundos” –la anterior novela de Antón– y compartimos lecturas de escritores que para nosotros son referentes, como Tolkien, Patrick Rothfuss, Brandon Sanderson, Aldous Huxley, Orwell o Ray Bradbury, entre otros», explican.
¿Qué son los dragos?
Una especie híbrida, una fusión entre humanos y dragones con características singulares como el uso del fuego o sus escamas, que los distinguen tanto de los humanos como de los dragones tradicionales. Representan una mezcla de fuerza, magia y humanidad.
Han creado un mundo propio. ¿Cómo es ese universo?
Terradraga es una península situada en un planeta con dos soles, habitada por dragos. Un lugar de asombrosa diversidad geográfica y cultural, con ciudades vibrantes como Ssixo, montes de hierro, desiertos y bosques de nobus tan frondosos que no se ve la luz, creando un entorno único y mágico. Su creación fue un desafío y una experiencia increíblemente enriquecedora. Dedicamos casi dos años a construir este mundo, asegurándonos de que cada detalle fuera coherente, de ahí que trabajásemos con una planificación meticulosa para asegurar la coherencia geográfica, histórica y social. Cada detalle, desde la flora, fauna, tradiciones culturales fue cuidadosamente diseñada con total respeto al lector.
¿Consultaron especialistas para asesorarse?
Quizá por deformación profesional como periodistas y esa obsesión con la veracidad, a pesar de ser un mundo fantástico, consultamos con un astrólogo, que le dio coherencia a este mundo con dos soles y cinco estaciones, o expertos en botánica para la frondosidad de los bosques, incluso a cuestiones relacionadas con el fuego. Además, contamos con los increíbles mapas de Fernando López Ayelo, que ha hecho un trabajo alucinante.
¿En qué se inspiraron?
En una variedad de culturas, incluyendo elementos de la celta, romana o de la Iberia prerromana, pero siempre con la intención de construir algo único y fresco.
¿El glosario que han creado es para poder comprenderlo?
Trabajamos con muchos documentos destinados a darle entidad a cada criatura que habita este universo donde el lector se encontrará con el dracknodón, el ave de los reyes, o la kracárite, una cobra alada capaz de detectar la mentira, o el canebro, o los kórtodos. Este mundo iba creciendo en tantas dimensiones que queríamos ofrecer un guiño al lector para sumergirse en él sin perderse en la terminología.
¿Sobre qué ingredientes básicos se construye la novela fantástica?
La magia, el amor, la mitología y, sobre todo la aventura, son elementos fundamentales, aportan emoción y profundidad a la historia, permitiendo a los lectores explorar temas universales.
Como periodistas que trabajan la actualidad, ¿creen que la fantasía es una buena forma de reflexionar sobre la realidad?
Sin duda, decía Úrsula K. Le Guin que «a estas alturas, el realismo será quizá la forma menos adecuada de comprender y describir las realidades increíbles de nuestra existencia». La fantasía nos ofrece una manera de abordar problemas sociales desde una perspectiva diferente, con mayor desapego y eso permite dejar a un lado nuestra propia susceptibilidad. En un mundo cada vez más polarizado en donde hablar o discutir con el que piensa diferente es cada vez más complejo, la fantasía nos permite ponernos en la piel del otro y asomarnos a un mundo distinto.
¿Está denostado este tipo de literatura?
No se valora lo suficiente, aunque cuando llegó la pandemia todo el mundo recordaba a Orwell o Huxley. Ahora vivimos un resurgir del género y una apuesta por editoriales como Minotauro decididas a cambiar estereotipos como este.
La literatura fantástica suele crear sagas. ¿Seguirán ese camino?
Eso tendrán que decirlo los lectores. En principio queríamos hacer un libro autoconclusivo, pero tenemos material para muchas más historias de Terradraga.