El país de Sudamérica que tuvo 'la prisión más infernal del mundo': estaba rodeado de serpientes venenosas
La 'prisión más infernal del mundo' está en un país de Sudamérica, el cual incluso ha sido comparado con la cárcel de alta seguridad Alcatraz, en Estados Unidos. Aunque este centro penitenciario cerró hace 40 años, las tenebrosas historias detrás de este lugar no han desaparecido y en la actualidad es un importante atractivo turístico.
Oculto en la selva sudamericana, en su época logró a ser el hábitat de al menos 1.000 presos que vivían en total aislamiento, bajo tortura y donde la mayoría no logró salir con vida.
Así fue la 'prisión más infernal del mundo' ubicada en Sudamérica
La isla de Gorgona, en Colombia, albergó de 1960 a 1984 una de las prisiones más temidas de América Latina y Sudamérica. Ubicada en una remota porción de tierra rodeada por un mar embravecido, contó con muros de concreto que reunía a los reclusos, entre ellos presos políticos, que se les consideraba como los más peligrosos del país.
En Gorgona, la vida era una lucha constante por la supervivencia. Los reclusos, en su mayoría condenados por delitos graves, se enfrentaban a condiciones infrahumanas. Celdas húmedas y hacinadas, escasez de alimentos y agua potable, enfermedades tropicales y violencia desatada eran el pan de cada día. Las fugas eran frecuentes, pero la mayoría de los intentos terminaban en fracaso o en la muerte.
"Los internos morían muchas veces de inanición, por falta de comida. Morían de infecciones gastrointestinales. Y muchos vivían en estado de depresión. Era muy difícil que escaparan de Gorgona porque la isla estaba llena de reptiles venenosos, muchas tarántulas venenosas, y las playas infectadas de tiburones blancos", contó a Euronews, Miguel Darío López, último director de la prisión Gorgona.
Esta cárcel fue diseñada siguiendo un modelo que evocaba los campos de concentración nazis. Por ello, uno de los castigos más cruel es y temidos que se imponía“cilindro”cilindro", un agujero húmedo y fétido donde los presos eran sumergidos hasta el cuello.
La cárcel de Gorgona cesó sus operaciones en 1984 debido a una combinación de factores. La presión ejercida por activistas de derechos humanos, quienes denunciaban las condiciones inhumanas dentro de la cárcel, fue decisiva. A esto se sumó la creciente preocupación de ecologistas y científicos por el deterioro del ecosistema de la isla, provocado en gran medida por la deforestación causada por la presencia de la prisión.
Gorgona, de prisión infernal a destino turístico
La isla de Gorgona ha renacido para convertirse en un paraíso natural. Durante décadas, esta porción de tierra en el Pacífico colombiano fue el escenario de una de las prisiones más temidas del país. Sin embargo, gracias a la lucha de activistas y ecologistas, la prisión fue clausurada en 1984, dando paso a un proceso de recuperación ambiental que ha transformado a Gorgona en un santuario de biodiversidad. Hoy, la isla es un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo, quienes buscan conectar con la naturaleza y explorar los vestigios de su pasado oscuro.
La exuberante selva, los arrecifes coralinos y la rica fauna marina hacen de Gorgona un verdadero tesoro natural. Ballenas jorobadas, tortugas marinas y una gran variedad de aves encuentran en este archipiélago un refugio seguro. Los turistas pueden disfrutar de actividades como buceo, snorkeling, senderismo y avistamiento de aves, mientras aprenden sobre la importancia de la conservación y la historia de la isla.