No será el primer al que le pasó y probablemente no sea el último, pero esta salvación no esconde el error de quien realiza este gesto. En el ascenso f
inal de la cuarta etapa de La Vuelta a Pico Villuercas la sorpresa del día era ver al belga Lennert Van Eetvelt seguir con cierta facilidad la rueda de todo un corredor experimentado como
Primoz Roglic, curtido en mil batallas.
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