Fortaleciendo la cooperación agrícola chile-brasil: Un paso estratégico hacia el futuro
La visita a Chile del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, marca un hito en la relación bilateral entre ambos países, con implicancias profundas para el sector agrícola. La presencia del Ministro de Agricultura y Pecuaria de Brasil, Carlos Henrique Baqueta Fávaro, subraya la importancia de este sector en la agenda de cooperación, que incluye la firma de tres acuerdos trascendentales para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria de ambos países.
El primer acuerdo, que amplía el reconocimiento de normativas orgánicas entre Chile y Brasil, permitirá que productos procesados de origen animal sean reconocidos como orgánicos en ambos países. Este avance no solo refuerza la confianza en los productos agropecuarios, sino que también abre nuevas oportunidades para los productores, que ahora podrán acceder a un mercado más amplio bajo estándares de calidad reconocidos mutuamente. Este paso es crucial en un contexto global donde la demanda por productos orgánicos sigue creciendo, impulsada por consumidores cada vez más conscientes de la sostenibilidad y el bienestar animal.
El segundo acuerdo, que introduce la certificación electrónica de vinos y bebidas alcohólicas, representa un avance significativo en la modernización del comercio agroalimentario. Brasil, como el primer país en firmar este tipo de acuerdo con Chile, demuestra su compromiso con la eficiencia y la reducción de costos en la exportación de vinos chilenos. Dado que Brasil es el cuarto mayor comprador de vino chileno a nivel global y el primero en América Latina, esta medida es un claro apoyo al sector vitivinícola chileno, que ha enfrentado desafíos en la logística de exportación. La implementación de la certificación electrónica no solo facilitará el proceso de exportación, sino que también reafirma a Chile como un socio comercial confiable y tecnológicamente avanzado.
El tercer acuerdo, centrado en la cooperación técnica agropecuaria, es quizás el más estratégico de todos. En un mundo donde los desafíos del cambio climático y la sostenibilidad agrícola se vuelven cada vez más apremiantes, este acuerdo refuerza la colaboración en áreas críticas como la gestión sostenible de suelos y la agricultura resiliente. La transferencia de conocimientos y tecnologías avanzadas entre Chile y Brasil no solo fortalecerá sus sectores agropecuarios, sino que también contribuirá a la seguridad alimentaria y al desarrollo rural de ambos países.
Además de estos acuerdos, se anunció la apertura de nuevos mercados para productos chilenos en Brasil, como el melón piel de sapo y las flores de corte de peonías, así como la simplificación de la exportación de arándanos. Estas novedades no solo diversifican las oportunidades para los exportadores chilenos, sino que también reafirman la importancia de la relación bilateral en el comercio agrícola.
El comercio silvoagropecuario con Brasil representa una oportunidad única para demostrar el verdadero potencial de nuestro sector. La cooperación abre puertas para innovar, mejorar nuestra competitividad y expandir nuestra presencia en el mercado brasileño. Los envíos chilenos de productos como vino, manzanas y ciruelas ya destacan por su calidad, y con una estrategia bien dirigida, podemos convertir estos éxitos en un impulso por incrementar nuestra presencia y diversificar nuestros mercados de destino para apuntar a cadenas agroexportadoras más resilientes ante las crisis.
La visita del presidente Lula a Chile es, por lo tanto, más que un acto diplomático; es una oportunidad estratégica para fortalecer los lazos en el sector agrícola y avanzar hacia un futuro de cooperación y desarrollo conjunto. Los acuerdos firmados no solo beneficiarán a los agricultores y exportadores de ambos países, sino que también contribuirán a enfrentar los desafíos globales de manera más eficiente y sostenible. Es esencial que ambos países continúen trabajando juntos para maximizar los beneficios de esta cooperación, construyendo un futuro más próspero y resiliente para sus sectores agropecuarios.
Este es un momento crucial para Chile y Brasil, una oportunidad para demostrar que la cooperación internacional en agricultura no solo es posible, sino también esencial para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en América Latina. La firma de estos acuerdos ratifica una historia de colaboración fructífera y permanente entre nuestros países.
Por: Ignacia Fernández Gatica, subsecretaría de Agricultura