El PP llega hasta los 160 escaños y la izquierda se hunde
El mes de agosto ha estado marcado por una nueva cesión del PSOE al independentismo: el concierto fiscal para Cataluña. Todavía es una incógnita saber cómo se va a materializar, pero lo que está firmado en el acuerdo entre el PSC y Esquerra para la investidura de Salvador Illa supone la entrega a la Generalitat de la recaudación y gestión de todos los impuestos, lo que puede traducirse en una merma de recursos para el resto de autonomías. Este pacto ha desatado un terremoto político y parece que desgasta a la izquierda y refuerza las posibilidades de gobernar del PP, según la encuesta de NC Report elaborada para LA RAZÓN, que sitúa a Alberto Núñez Feijóo en los 157-160 escaños y podría presidir España gracias a Vox.
La encuesta, elaborada con 1.000 entrevistas entre el 20 y el 23 de agosto, va en la línea de las extrapolaciones que se hicieron con los resultados de las elecciones europeas, que situaban al bloque de la derecha por encima de los 180 escaños. Cabe recordar que la mayoría absoluta en el Congreso está situada en 176 diputados y, por tanto, el PP tan solo necesitaría en torno a una quincena más de parlamentarios para gobernar. En este sentido, Vox lograría 23-24 diputados, por lo que sería suficiente para una investidura de Feijóo.
El partido de Santiago Abascal resiste a medias, ya que pierde fuerza (ahora tiene 33 escaños), pero mantiene un suelo que parece alto y firme (en torno al 10% de los votos). Alvise Pérez (Salf) irrumpiría en el Congreso con dos diputados. Entre las tres formaciones sumarían 182-186 escaños. Además, se podría sumar un escaño más, que es el que conseguiría nuevamente UPN en Navarra.
El bloque de la derecha consigue ganar fuerza gracias al trasvase de votante que va del PSOE al PP. En concreto, Feijóo arrancaría 649.000 votos al PSOE, una cifra que avala la estrategia de los populares de seducir a los electores socialistas descontentos con la deriva de Pedro Sánchez, cada vez más entregado sin disimulo al independentismo, con cesiones que parecían líneas rojas hasta el 23 de julio, como la amnistía y el concierto fiscal. Además de ampliar la base de electores por el centro conquistando votante socialista, Feijóo también es capaz de captar «voto útil» procedente de Vox: en total, 345.000.
El partido de Abascal no solo pierde 345.000 votos que ponen rumbo al PP, sino también causa estragos la irrupción de Salf, quien se lleva 338.000 electores de Vox. Tanto Salf como Vox compiten por un electorado muy parecido y Sánchez, con su discurso, parece alentar la irrupción de formaciones que fragmenten el bloque de la derecha, aunque, de momento, a tenor de la encuesta, parece poco efectivo porque la izquierda pierde la mayoría absoluta. Vox también pierde en la abstención a 198.000 electores, un dato que también hace pensar en la indignación que han causado determinadas decisiones de la formación en sus votantes (como las salidas de figuras de peso o la ruptura de gobiernos autonómicos).
El PSOE de Sánchez sigue resistiendo en los 120-123 escaños (ahora tiene 120 diputados), una cifra en la que se ha mantenido desde 2019: parece su techo. En este sentido, los socialistas, que pierden a muchos electores rumbo al PP, resisten gracias al trasvase de votantes procedentes de Sumar, ya que reciben 867.000 votos. La fidelidad de voto del PSOE con respecto a las elecciones de hace un año se sitúa en el 76,7% (es decir, uno de cada cuatro votantes del 23-J huirían del PSOE si se repitieran ahora mismo elecciones).
El PSOE resiste gracias a Sumar, pero los de Yolanda Díaz y Podemos se desploman. De hecho, Sumar tan solo mantendría al 33,6% de sus votantes, mientras que los de Ione Belarra se quedarían en 25,3%. Con estas cifras, Sumar caería a los 9-10 escaños (ahora tiene 27) mientras que Podemos estaría en 2-3 (ahora tiene cuatro). Es decir, la fragmentación sigue castigando mucho a ambas formaciones y beneficia a medias al PSOE, ya que consigue atraer a mucho votante y salvar los muebles, pero es un trasvase que impide a Sánchez reeditar la presidencia del Gobierno.
La izquierda se desploma, pero los socios de investidura parece que salen todos bien parados, salvo Esquerra. En este sentido, Junts llegaría a los 8-9 escaños (ahora tiene siete) y mantendría su tendencia al alza y consolidaría su liderazgo en el bloque independentista en Cataluña. Los republicanos, en cambio, caerían a los seis escaños (ahora tienen siete, pero la pasada legislatura llegaron a los 13).
Bildu consigue reeditar los seis escaños que tiene ahora mismo (estaría en 6-7), mientras que el PNV mejoraría sus cinco parlamentarios actuales y se colocaría en seis.
El BNG, que ya se ha adueñado de la segunda posición en Galicia, por encima del PSOE, doblaría sus escaños en el Congreso y lograría dos. Coalición Canaria, en cambio, mantendría el único escaño que tiene ahora mismo y está por ver en qué bloque (izquierda o derecha) se situaría.
Feijóo, el mejor valorado
Alberto Núñez Feijóo es el líder mejor valorado de la política española. En concreto, obtiene una nota de 4,5, por encima de Pedro Sánchez (4), Yolanda Díaz (3,5) y Santiago Abascal (3,4). El líder del PP, además, es el mejor valorado en los cuatro segmentos de edad, aunque el margen es más estrecho entre los jóvenes que entre los más mayores. Así, en el rango de edad de los 18 a los 29 años, Feijóo obtiene un 4,2, mientras que Sánchez se queda en el 4,1 y Díaz en el 4. Abascal está en el 3,6. En cambio, en el rango de edad de los mayores de 65 años, Feijóo se sitúa en el 4,8 mientras que Sánchez se queda en el 4,1 y Díaz (3) es superada por Abascal (3,4). Abascal supera en nota a Díaz a partir de los 45 años: con los mayores de esa edad, el líder de Vox está mejor valorado que la comandante de Sumar. Sánchez obtiene su peor nota (4) entre los que tienen 30 y 64 años y su mejor puntuación (4,1) entre los más jóvenes y más mayores.