Fátima Chávez, la periodista Sanmarquina que triunfa en TV: "Uno siempre tiene que mantener los pies sobre la tierra"
La periodista peruana Fátima Chávez no imaginó convertirse en conductora de TV, puesto que por muchos años se desarrolló como reportera de temas política y policiales. Ahora que asume el liderazgo de dos noticieros en Canal N y América TV, la comunicadora resalta la importancia de haber pisado la calle, de escuchar las demandas de la población y ser parte de comisiones riesgosas.
En entrevista con La República, Fátima Chávez nos comentó sobre la continuidad de sus estudios, en especial, la maestría que lleva en Ciencias Políticas, su deseo de ahondar en la literatura y el equilibrio entre sus actividades como periodista y su maternidad.
—Iniciaste como reportera y luego pasaste a ser conductora de TV, ¿estaba en tus planes?
—Para mí fue una gran sorpresa ser conductora porque fui reportera durante casi una década en Canal N y América Televisión. Entonces el día que me dijeron para hacer casting yo estaba haciendo cobertura política.
Mi objetivo no era necesariamente ser conductora, yo quería ser reportera de política y luego quería hacer producción, pero se dio la oportunidad.
—Interactuar con la población, escuchar sus reclamos y denuncias, ¿te dio un plus para expresar el sentir de ellos como conductora?
—Es muy importante que si vas a estar frente a una pantalla, tengas la experiencia de estar en la calle. Porque no es lo mismo ver diversas realidades, contextos, problemáticas, la inseguridad ciudadana, la violencia familiar.
He sido reportera durante siete años de servicio local de noticias que era enfocado netamente en temas policiales, en denuncias de violencia, en judiciales. Luego, en los últimos años, fui de política. Convivir con la gente en diversos contextos, entre ellos la pandemia del COVID-19, para mí fue increíble. Además de conocer las realidades en las que una familia tiene que salir adelante y sobrevivir en este país.
Yo soy de Puente Piedra y como Sanmarquina me subía a la combi. Entonces he vivido lo que es un sistema de transporte fallido, el alza en especulación de precios en el mercado. Sé lo que es pelearte por tus derechos como estudiante porque no te validan el medio pasaje. No tenía para comprarme libros y sacaba copias. Sé lo que es no tener para el pasaje completo y caminar para poder llegar a tu destino. He sido en algún momento vendedora que iba de puerta en puerta en San Juan de Lurigancho buscando chamba para poder trabajar y estudiar.
Para mí hacer periodismo, ser reportera, es esa conexión de realidades que si bien parecían muy cercanas a mí, al mismo tiempo noté que eran lejanas porque me di cuenta de que en ciertos aspectos era privilegiada. Tenía una casa, una familia, un papá. Eso en nuestro país muchas veces no es valorado, no vemos las diferencias abismales que hay y las necesidades que a veces uno individualiza.
—¿Alguna comisión que consideras que fue la más riesgosa para ti?
—Me acuerdo de una comisión en la que yo estaba en medio de una balacera. Entramos a condominio en San Miguel en la que estaban unos delincuentes que querían escapar y empezaron a disparar.
La gente estaba tremendamente asustada y cuando es joven dice: 'Me lanzo a hacerlo'. Pero cuando pasa toda la adrenalina mides la peligrosidad a lo que te has expuesto por ir en búsqueda de la noticia. Si bien fue una de las comisiones más riesgosas, el COVID-19 fue insuperable. Ingresar a las casas de las personas, contar sus historias, llegar a lo más alto del cerro y ver cómo sobrevivían, fue tremenda lección de vida. Me exponía a algo que no conocía y con ello era mi familia y mi hijo.
—En marzo llevabas una maestría en Ciencias Políticas ¿Por qué quizás decidiste estudiar ello?
—Me encanta estudiar los análisis y entender la realidad. Creo que la forma más empática e idónea de avanzar es viéndonos como colectivo y siento que eso nos falta como peruanos.
Estamos tan enfocados en lo que nos pasa que nos olvidamos que la forma en la que podemos cambiarlo es precisamente cuando nos unimos. Cuando yo empecé a hacer el reportera de política, no comprendía muy bien los procesos electorales, el rol del Estado, cómo se construyen partidos sólidos. También me cuestionaba por qué los peruanos tenemos cierto tipo de políticos, por qué no avanzamos como país y el por qué la polarización.
Había tantas preguntas en mi cabeza que definitivamente me hacían entender y reflexionar que las respuestas no las iba a tener simplemente cuestionándome, las tenía que comprender de una forma más académica y la ciencias políticas me abrían muchos aspectos y espectros cuando he podido avanzar en la maestría.
Estudié ciencias políticas porque quería comprender y nutrirme. Creo que es la responsabilidad de todo periodista estar preparado para poder tener una buena entrevista, para poder generar conciencia, para evitar las fake news, la post-verdad en una época en la proliferan y quizás, desde mi desconocimiento, iba a replicar. Entonces entender para mí cómo se construye un Estado, la clase política, qué rol nos toca como ciudadanos era trascendental.
—Tienes un deseo de llevar un taller literario ¿Quizás más adelante publicarás un libro? ¿Qué temática abordarías?
—Yo escribía mucho porque soy comunicadora social en la Universidad Mayor de San Marcos, especializada en audiovisuales, entonces redactaba muchos guiones.
Yo quería ser escritora, tener mi propia columna. Entonces empecé con un proyecto de cuentos, tengo uno que todavía está en standby. Me encantaba la literatura de Paz Soldán y la forma en la que contaba las historias. Me encanta, además, la narrativa de poder articular historias con algo en común, pero siendo diferentes, en contextos y situaciones o épocas. Ello me llevó a tener este gusto por escribir.
—En una oportunidad mencionaste que la belleza te era irrelevante a lo que tú podías aportar con tus conocimientos...
—Lo que me inculcaron a mí desde muy pequeña es que la educación es la única forma en la que yo podía destacar, salir de Puente Piedra, ser mejor que mis padres, encontrar mi camino y poder realizarme como persona. Mi mamá siempre me decía: "Nunca dependas de un hombre, no lo hagas, sé tú misma, construye tu carrera, estudia para que ningún hombre jamás tenga un poder sobre ti". Mi chip no va en relación con la belleza, siempre fue sobre la inteligencia, nutrir mi cerebro.
Siempre tuve claro que la única forma en la que yo podía salir adelante no era por la cara, el cuerpo o la vestimenta, si no era por mi inteligencia, lo que yo tenía en mi cabeza. Mi consejo también es que uno siempre tiene que mantener los pies sobre la tierra.
—¿Cómo equilibras tu lado profesional de periodista que debe estar 24/7 con el de ser madre?
—Yo soy mamá soltera y mi hijo es todo para mí. Cuando llegó a mi vida creo que me cambió completamente el chip. Poder compartir el espacio y repartirlo es tremendo. Yo lo hago a veces haciendo maravillas gracias a que tengo el apoyo en casa de mi querida Maga, de mi mamá también y mi familia.
Sinceramente, si en ello no podrían. Yo tengo una contención a mi lado, yo admiro muchísimo las madres que trabajan con sus hijos en la calle porque el esfuerzo que hacen es tremendo.
Yo soy periodista 24/7 tanto que mi hijo sabe de noticias y, además, me acompaña a veces al set gracias al apoyo de América TV y Canal N. Es muy valioso para mí el poder ser mamá y él es la razón por la que me esfuerzo y hasta estudio. Para darle el mejor ejemplo de que nunca se debe dejar de lado los sueños y los anhelos.