Ucrania contraataca en Rusia a pesar de la división de los aliados
Diez misiles y casi un centenar de drones rusos atacaron este martes Ucrania, en un intento de las fuerzas del Kremlin de destruir el sistema eléctrico del país invadido y obligarlo a someterse a un proceso negociador en los meses de invierno.
Las explosiones sacudieron el cielo en la mayoría de las regiones del país mientras sus defensas aéreas participaban en una batalla aérea contra la segunda ola de ataques de esta semana. Al menos 60 de los 81 drones "kamikaze" fueron interceptados por la mañana, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania. Al menos cuatro personas fallecieron, en la ciudad natal de Zelenski, Kryvyi Rig, y Zaporiyia, entre otros lugares.
Hasta el 70% de los ucranianos se despertaron sin tener luz en sus apartamentos, debido a los cortes de energía masivos que introdujo el lunes por la noche el operador de su red eléctrica. Se esperaba que los cortes de energía duraran todo el día y dejaron a los habitantes de ciudades como Leópolis o Kyiv sin electricidad durante 14 horas, hasta que se logró el martes estabilizar la situación.
Por la tarde el panorama mejoró en algunas regiones, aunque empeoró en la capital por la gravedad de los daños materiales del sistema.
A diferencia de los ocho ataques masivos anteriores, el del lunes se dirigió principalmente a la red eléctrica, la parte del sistema energético encargada de distribuir la energía generada por todo el país. Decenas de misiles rusos, equipados con mortíferas bombas de racimo, pequeñas bombas que cubren una superficie mayor, atacaron las subestaciones eléctricas del país, reveló el martes el primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal.
Sin embargo, sólo una pequeña parte de los equipos resultó dañada, debido a las estructuras de protección física, señaló.
"El sistema energético de Ucrania ha conservado su integridad a pesar del ataque récord ruso", subrayó Volodimir Omelchenko, experto en energía del Centro Razumkov de Kyiv, a la Radio Ucraniana.
"Aunque es imposible acostumbrarse del todo a las consecuencias de los ataques, éstos no van a tener un efecto significativo en la opinión de los ucranianos", subrayó a LA RAZÓN su colega, el analista militar Oleksi Melnik.
Según las últimas encuestas del organismo, más del 75% de los ucranianos siguen en contra de cualquier concesión a Rusia. Incluso aquellos que se declaran más abiertos a las negociaciones siguen rechazando cualquier compromiso que entregaría la victoria a Rusia.
“La apuesta de Rusia de obligar a los ucranianos a capitular creando condiciones insoportables, incluso mediante este tipo de ataques, va a fracasar”, opina Melnik.
Integridad territorial
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, considera que cualquier diálogo con Vladimir Putin en estos momentos es “inútil”. El presidente ruso “no quiere poner fin a la guerra por la vía diplomática”, afirmó el martes Zelenski, recordando que Rusia quiere recibir el 30% del territorio ucraniano, según su último ultimátum.
“Estoy en contra de ceder nuestros territorios, bajo cualquier condición”, subrayó cuando se le preguntó si esto podría suceder a cambio de la adhesión a la OTAN.
Ucrania tiene su propio plan de victoria, aseguró Zelenski, y será presentado al presidente estadounidense Joe Biden, así como a los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump, en septiembre, ya que depende en gran medida de los aliados.
La operación en curso de su país en Kursk forma parte de la estrategia, junto con la garantía de la presencia de Ucrania en la arquitectura de seguridad internacional, así como el aumento de la presión diplomática y económica contra Rusia.
Ucrania controla casi 1.300 kilómetros cuadrados de suelo ruso en la zona, incluidos 100 localidades, y ha capturado a casi 600 soldados rusos en las tres semanas de la ofensiva, informó el martes el Ejército ucraniano.
El presidente ucraniano subrayó que la ofensiva de Kursk ha derrotado a un gran grupo de fuerzas rusas que se preparaban para lanzar ofensivas en Jarkiv y otras regiones fronterizas. Aunque hasta ahora no ha logrado desviar a las fuerzas rusas de Pokrovsk, en Donetsk, donde Rusia ha estado haciendo progresos lentos aunque constantes. El empuje ruso en las regiones de Jarkiv y Zaporiyia se ha debilitado.
Por ahora, no se pueden revelar todos los aspectos de la ofensiva de Kursk, subrayó este martes Zelenski. Reveló, además, que Ucrania ha probado, con éxito, su primer misil balístico, mientras que sus cazas F-16 lograron derribar varios misiles rusos en los últimos ataques.
Algunos analistas militares ucranianos y rusos creen que la operación de Kursk puede ser parte de una gran operación militar ucraniana que obligue a Rusia a mover sus fuerzas y, por lo tanto, crear oportunidades para un ataque sorpresa en otro punto del frente. En estos dos años y medio de guerra las tropas ucranianas han mostrado su destreza en este tipo de operaciones según reitera Melnyk.
Cientos de tropas ucranianas hicieron dos intentos de entrar en la región rusa de Belgorod el martes, según afirmaron los blogueros militares rusos pro-guerra. Supuestamente, entre 60 y 200 soldados atacaron a las fuerzas rusas cerca de Nejoteevka y fueron repelidos. Según fuentes rusas, otro ataque fue repelido a unos 10 km de distancia, cerca de Shebekino.
La situación en la frontera es “difícil pero está bajo control”, afirman las autoridades locales, mientras que fuentes ucranianas no han hecho comentarios al respecto.