¿Qué santo se celebra hoy, 29 de agosto? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica
El santoral católico es un calendario que contiene los
nombres de los santos y las fechas en que se celebra su festividad. Este
compendio agrupa a los santos y beatos que la Iglesia Católica conmemora
oficialmente en días específicos a lo largo del año. Cada día del calendario
litúrgico está vinculado a uno o varios santos, que son recordados en las misas
y oraciones de los fieles.
La tradición de celebrar el santoral se remonta a los
primeros siglos del cristianismo, cuando se comenzó a venerar a los mártires y
otros personajes considerados ejemplares por su vida y testimonio de fe. Pero
estas celebraciones no son simples recordatorios, sino momentos de reflexión y
conexión con los principios y valores que estos personajes representan.
El santoral es una herramienta valiosa para aprender sobre
la historia de la Iglesia y el cristianismo. Sirve como fuente de inspiración
basada en las vidas de los santos y funciona como guía espiritual, ofreciendo
fuerza y dirección a través de las experiencias de estos personajes históricos.
Además, ayuda a recordar y honrar a figuras importantes para la fe católica,
uniendo así el pasado, el presente y el futuro de la Iglesia.
¿Qué santos se celebran hoy?
Este jueves 29 de agosto, la Iglesia Católica conmemora a varios santos y santas que han dejado huella en la historia de la cristiandad. Cada uno de estos santos tiene su propia historia y legado, ofreciendo a los fieles diferentes modelos de virtud y fe.
- San Adelfo de Metz
- Santa Basila de Sirmio
- San Mederico de Autun
- Santa Sabina de Roma
- San Sebbo de Inglaterra
- Santa Teresa Bracco
- San Víctor de Nantes
- Beata Bronislava de Cracovia
- Beato Constantino Fernández Álvarez
- Beato Domingo Jedrzejewski
- Beato Edmundo Ignacio Rice
- Beato Francisco Monzón Romeo
- Beato Luis Vulfilocio Huppy
- Beata María de la Cruz Jugan
- Beato Ricardo Herst
- Beata Sancha Szymkowiak
Hoy la Iglesia Católica rememora el martirio de san Juan
Bautista. Este evento, narrado en los evangelios, es una de las conmemoraciones
más importante en el calendario litúrgico católico, por el testimonio de fe y
valentía que representa.
El martirio de Juan Bautista
Juan Bautista, hijo de Zacarías e Isabel, pariente de la Virgen María, es considerado el último gran profeta de Israel antes de la llegada de Jesús. Los cuatro evangelistas —Mateo, Marcos, Lucas y Juan— relatan dos momentos cruciales de su vida: el bautismo de Jesús en el río Jordán, acompañado por la manifestación del Espíritu Santo en forma de paloma, y su trágico martirio, culminando en su decapitación por orden del rey Herodes.
El martirio de Juan el Bautista coincidió con la celebración
del cumpleaños del rey Herodes en su palacio. El profeta se encontraba
encarcelado debido a su valiente reproche público al monarca, señalando que
Herodías, la esposa de Herodes, era en realidad la esposa legítima de su
hermano Felipe, según dictaminaba la ley judía.
A pesar de esta amonestación, Herodes mantenía un respeto
temeroso hacia Juan el Bautista, reconociéndolo como un hombre justo y santo.
Sin embargo, Herodías, resentida, buscaba la manera de eliminarlo. La
oportunidad se presentó durante el banquete de cumpleaños, cuando Salomé, hija
de Herodías, cautivó a Herodes con su danza. Impresionado, el rey le prometió
bajo juramento concederle cualquier deseo.
Siguiendo el consejo de su madre, Salomé solicitó la cabeza
de Juan el Bautista en una bandeja de plata. Herodes, atrapado por su propio
juramento y la presión de los invitados, se vio obligado a cumplir tan macabra
petición. Ordenó la decapitación del profeta y, cumplida la orden, entregó la
cabeza de Juan a Salomé, quien a su vez la presentó a su madre Herodías,
consumando así un acto de venganza personal bajo el manto de la autoridad real.