Las pruebas pendientes para Argentina y el rol del organismo frente al FMI: ¿puede ayudar?

El secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Mathias Cormann, junto a la canciller Diana Mondino, analizó el acceso de la Argentina a ese foro internacional en una sesión académica extraordinaria. ¿Qué dijo Mondino sobre la posibilidad de que esto ayudara a la Argentina en su gestión con el FMI? 

El encuentro "Argentina en la OCDE: desafíos y oportunidades del proceso de acceso", tuvo lugar en el Alvear Palace. Además contó con la presencia también del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el presidente del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Francisco de Santibañes.

Allí se intercambiaron ideas y se explicitó el compromiso argentino para impulsar políticamente las acciones necesarias y llevar delante de esta manera los trabajos requeridos en el proceso de accesión.  

Mondino aseguró que la presentación brindada por Cormann demostró "resultados tangibles" de los países que ingresaron a formar parte de la OCDE. Aún así negó la posibilidad de que el OCDE pudiera ayudar a nuestro país e interceder como mediador ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

"El FMI no tienen ninguna relación con el OCDE, son temas separados, no ayudan u obstaculizan el uno al otro", explicó Mondino en diálogo con El Cronista. Por su parte, Cormann indicó durante su presentación que se encuentran "listos" para empezar "el proceso formal de acceso a la OCDE". 

"Argentina es un país increíble con gran potencial, el gobierno actual está lidiando con problemas macroeconómicos y con algunas medidas lograron bajar la inflación", consideró el funcionario de origen australiano sobre el inicio de un largo proceso de revisión que harán las 26 comisiones del organismo.  

Aún así advirtió que el proceso de acceso comprende una agenda de reformas para "incrementar los salarios y los estándares de vida de los argentinos".

La OCDE fue creada para administrar el Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, pero luego se convirtió en 1961 en una organización internacional dedicada a promover el crecimiento económico y estimular el comercio global. Hoy cuenta con 38 países miembros -24 de ellos en Europa- que representan casi la mitad del PBI mundial.

La función de la organización no es proporcionar financiamiento ni facilidades crediticias a sus miembros, sino que se concentra en "establecer y monitorear las mejores prácticas económicas, abogando por la cooperación y la coordinación de políticas, y produciendo investigaciones de alta calidad". 

En este sentido, el plan económico de la Argentina frente al FMI se alinea con las políticas del grupo. Corman advirtió que el proceso es "largo" y el país debe tener "políticas y prácticas que coincidan con la OCDE". "La OCDE identificará las áreas donde se necesitan mejoras para el futuro de Argentina", destacó. 

El secretario general del organismo indicó que es vital el apoyo de la oposición y de todos los partidos políticos en este proceso que concluiría con la Argentina siendo miembro de un grupo de países que representan el 60% de la economía mundial. "He visto evidencias de eso hoy, apoyo constructivo y eso es algo bueno", aseguró.  

Por otra parte, el exembajador australiano aseguró que el rol de la OCDE será de acompañar a la Argentina e identificar las mejores soluciones para la sociedad civil y las empresas. El Cronista consultó con Mondino si la oposición apoyaba la decisión del gobierno de Javier Milei de ingresar como país miembro en el OCDE. 

En este sentido, la canciller aseguró que "no se sabe cuál va a ser el Congreso que va a ir aprobando las múltiples leyes necesarias". "Así que cualquiera que sea que esté en el gobierno en ese momento, va a tener que lograr el apoyo de diferentes sectores", remarcó la ministra que aclaró que el proceso podría llegar a durar cinco a seis años. 

El evento también contó con la participación del titular de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos; al igual que los representantes diplomáticos del Reino Unido, Kirsty Hayes; de Bélgica; de Turquía, Süleyman Ömür Budak y de Australia Simon Twisk, entre otros, de un centenar de invitados entre funcionarios, diplomáticos y legisladores.