EEUU toma medidas legales contra los intentos de Rusia de influir en las elecciones presidenciales a favor de Trump
El Departamento de Justicia ha emitido cargos contra dos empleados de la televisión estatal rusa RT por "difundir propaganda y desinformación" a favor del Kremlin entre la audiencia estadounidense
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El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado varias medidas legales y nuevas investigaciones en relación a los intentos de Rusia de influenciar las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo 5 de noviembre. El fiscal general Merrick Garland ha dicho este miércoles que las medidas adoptadas están relacionados con el uso de los medios estatales por parte de Rusia para reclutar a influencers estadounidenses para difundir propaganda y desinformación, según la agencia de noticias Associated Press.
“El pueblo americano tiene derecho a saber cuando una potencia extranjera está involucrada en actividades políticas o busca influenciar el debate público”, ha afirmado Garland en declaraciones recogidas por el periódico The New York Times. “La investigación continúa”, ha agregado.
La Agencia EFE informa que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), perteneciente al Departamento del Tesoro de EEUU, ha sancionado a dos entidades rusas y a diez personas, varios de ellos periodistas y directivos del canal RT, cuya emisión fue suspendida en el país en 2022, tras el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
“Los actores patrocinados por el Estado ruso han utilizado durante mucho tiempo una variedad de herramientas, como falsificaciones profundas de inteligencia artificial generativa y desinformación, en un intento de socavar la confianza en los procesos e instituciones electorales de Estados Unidos”, ha detallado la OFAC en un comunicado.
Dos empleados de RT de nacionalidad rusa, Kostiantyn Kalashnikov, de 31 años, y Elena Afanasyeva, de 27 años, han sido acusados de participar en “una trama de 10 millones de dólares para crear y distribuir contenido a la audiencia de EEUU con mensajes ocultos del Gobierno ruso”. Según el Departamento de Justicia, “la emisora estatal rusa RT y sus empleados, incluidos los acusados, cooptaron a comentaristas online canalizando casi 10 millones de dólares para difundir propaganda y desinformación a favor de Rusia a través de las redes sociales dirigidas a las audiencias estadounidenses”.
Por su parte, el Departamento de Estado ha anunciado una nueva “política restrictiva” respecto a los visados de individuos que “actúan en nombre de los medios apoyados por el Kremlin, usan esos medios como una cobertura para actividades encubiertas y son responsables o cómplices de ejercer influencia encubierta”.
Mientras, el FBI ha solicitado permiso judicial para confiscar 32 dominios de Internet que, según las investigaciones, estaban involucrados en los intentos de ejercer “influencia extranjera maligna”, incluidos intentos de socavar el apoyo público a la ayuda militar estadounidense a Ucrania para que haga frente a la invasión rusa.
Las autoridades estadounidenses han investigado posibles ciberataques y campañas de desinformación de Rusia para influir en las elecciones de noviembre. Los servicios de Inteligencia de EEUU consideran que el Kremlin prefiere que gane el candidato republicano, el expresidente Donald Trump, por su postura sobre la guerra de Ucrania.
Para promover su victoria, habría empleado medios estatales como RT para difundir mensajes y contenidos anti-estadounidenses, páginas web y cuentas en redes sociales falsas que amplifican esos contenidos y hacen que los usuarios de EEUU hablen sobre ello, sin saber de dónde proceden los contenidos ni quién está detrás.